El Movimiento Feminista acusa a un bar de expulsar a dos mujeres por besarse y el bar lo niega 

El movimiento feminista y transbollomari ha convocado una manifestación por una "agresión lesbófoba" cometida supuestamente este pasado fin de semana en el PUB Logia de Vitoria-Gasteiz. Dos mujeres denuncian que fueron expulsadas de un local hostelero cuando se estaban besando, algo que niega el propio local: "¿Cómo nos vamos a escandalizar en un after porque alguien se bese?", asegura el dueño del establecimiento, que cuenta con un alto porcentaje de público gay y ha gestionado otros locales de ambiente como Misa de Once o Capital. Los hechos tuvieron lugar sobre las 7 de la mañana y el próximo jueves el movimiento feminista aportará su versión de los hechos.

Paco Pérez, responsable del Logia, ha salido al paso de las acusaciones, recordando que él gestionó varios años Capital y Misa de Once, sendas discotecas con un alto público gay. Al mismo tiempo insiste en que en la actualidad el público gay que acude al Logia es muy elevado y suele estar en torno al 30%. "¿Cómo nos vamos a escandalizar en un after porque alguien se bese?", ha asegurado el responsable del Logia: "Es ilógico ir en contra de un público que nos interesa: el colectivo gay son mis clientes y son mis amigos", ha incidido.

El movimiento feminista ha convocado para este jueves una rueda de prensa en la que explicará qué ocurrió en esta agresión lesbófoba. Ya por la tarde, a las 20:00 horas, una manifestación partirá desde la Virgen Blanca hasta el Pub Logia para denunciar la supuesta agresión lesbófoba.

• Bailando abrazadas

Paco insiste en su asombro porque el suceso se haya hecho público antes de preguntarles a ellos: "Está bien que el colectivo defienda a las dos mujeres, pero deberían haber contactado antes conmigo". Al mismo tiempo insiste en la ilógica de ser "puritanos en un after".

El responsable de seguridad que se vio implicado en esta situación ha dado a Gasteiz Hoy su versión tras conocerse la noticia: "No les hemos echado por besarse, eso es obvio". "Cuando yo llegué ellas ya estaban dentro. Yo estaba arriba y ellas estaban abajo en la sala, junto al acceso de la cabina del DJ. En dos momentos el DJ les tuvo que tocar en el hombro para que les dejasen pasar". Poco después ambas se pusieron a bailar abrazadas y en círculo, chocando con algunos de los presentes, asegura Niko Torralbo, el encargado de seguridad de Logia.

En ese momento, y ante las quejas de algún cliente, Niko bajó a ver qué pasaba. "Estaban abrazadas y bailando en círculo: es como si estás con los ojos cerrados y dando vueltas, con algo te tienes que chocar". Tras ver qué ocurría acudió a decirles: "Me ha avisado la gente porque estáis molestando, y si queréis os podéis echar a un lado. No las estaba echando, pero sin mediar palabra me empezaron a gritar y a preguntarme ¿tú sabes qué es la lesbofobia?"

En ese momento Niko asegura que él ya se sintió agredido y amenazado, al ser tildado de "homófobo de mierda" y decirle una de las mujeres "te vas a cagar". Por eso insiste en que les pidió que subiesen arriba para poder hablar, pero "una de ellas empezó a gritar 'Nos echan por besarnos'"  y "se tiró al suelo justo antes de salir a la calle", donde ya esperaban los agentes de Policía Local a los que habían llamado ambas mujeres para denunciar la actitud del local.

Nico insiste en que en dicho club, con 30 años de historia y uno de los pocos espacios matinales que quedan, en ningún momento se juzga por la condición sexual, y señala que es habitual la presencia de mujeres lesbianas en su interior. Al mismo tiempo entiende la postura del movimiento feminista: "Si el movimiento ha recibido una denuncia les tienen que defender", pero pide que "antes se busque también la opinión de la otra parte". Nico insiste en que nadie se ha puesto en contacto con ellos.

Irabazi ha pedido al Ayuntamiento que actúe con rotundidad y contundencia.  Para la iniciativa impulsada por Ezker Anitza-IU y EQUO Berdeak es intolerable que un local hostelero expulse a dos personas por besarse, independientemente de su sexo, género u orientación afectivo-sexual. Este hecho constituye un delito y no puede quedar invisibilizado.