Un lobo con piel de cordero

2 noviembre, 2011

Llega la tercera jornada de la Euroliga y, con ella, aterriza en el Iradier Arena uno de los grandes clásicos del viejo continente, el Olympiakos. El conjunto ateniense, sacudido también por la crisis que azota todo el país, ha perdido importantes jugadores este verano y no es tan temido como otros años. Sin embargo, sigue […]

Llega la tercera jornada de la Euroliga y, con ella, aterriza en el Iradier Arena uno de los grandes clásicos del viejo continente, el Olympiakos. El conjunto ateniense, sacudido también por la crisis que azota todo el país, ha perdido importantes jugadores este verano y no es tan temido como otros años. Sin embargo, sigue siendo uno de los grandes y viene a ganar.

Los choques contra Olympiakos se han convertido en un auténtico clásico de la Euroliga. En las últimas temporadas, Baskonia y el con junto ateniense se han visto las caras en numerosas ocasiones. Por ejemplo, en 2007, el entonces TAU, entrenado por Bozidar Maljkovic, alcanzó la Final Four, tras solventar su eliminatoria de cuartos de final por 2-0, ganando en el Pabellón de la Paz y la Amistad por 89-95 el segundo partido de la serie. El choque más reciente en Vitoria tampoco se olvida ya que, hace dos temporadas, los griegos vencieron en el Buesa Arena por 85-89 en un partido que tuvo de todo y donde Bouroussis y Papaloukas encendieron al público vitoriano con sus provocaciones.

Ahora, ambos equipos llegan en diferente situación. Sus equipos han cambiado radicalmente y de ese último choque quedan pocos jugadores, pero la emoción y tensión de estos choques seguro que no desaparece. Los griegos han perdido a muchas piezas importantes este verano. Papaloukas, Nesterovic, Bouroussis o Teodosic, entre otros, han abandonado la disciplina griega que ha apostado por jugadores jóvenes como el lituano Gecevicius o el americano Howard y valores contrastados como Papadopoulos, Printezis o Pero Antic, para completar una plantilla en la que destacan Spanoulis, el poderoso Kyle Hines o Keselj. Al mando sigue Dusan Ivkovic, sinónimo de competitividad, seriedad y mucho mucho trabajo.

El Olympiakos cayó en Bilbao en la primera jornada y superó al Fenerbahce en la segunda, por lo que su balance es 1-1. Cuenta con muchas piezas nuevas, las ausencias de Pelekanos y Vasilopoulos, además de la duda de Papadopoulos, aquejado de problemas de espalda, y el retraso en el arranque de la competición griega no le ha favorecido en su puesto a punto pero ofrecen la sensación de ir cada vez a más y no conviene fiarse de la floja imagen que ofrecieron en el Bilbao Arena hace quince días porque entonces se llevarán la victoria.

Por parte del Caja Laboral, todos los jugadores estarán disponibles para Dusko Ivanovic. No obstante, Oleson sigue arrastrando molestias tras el golpe recibido en el partido de liga, mientras que San Emeterio sufrió un esguince en el entrenamiento del lunes. Sin embargo, ambos se espera que jueguen. Todos serán necesarios. Llega un coco venido a menos, pero un coco con mucha capacidad de superación y que viene decidido a ganar. El liderato está en juego contra un lobo con pier de cordero.