Un premio que nace amputado

12 diciembre, 2011

Vitoria recibirá este jueves la corona que, durante un año, le acreditará como capital verde europea. El traspaso de poderes tendrá lugar en las instituciones europeas y supondrá el pistoletazo a un año de celebraciones, pero también de compromisos. Sin embargo, este reinado nace ya cojo. El ex alcalde de la ciudad, Patxi Lazcoz, ha […]

Vitoria recibirá este jueves la corona que, durante un año, le acreditará como capital verde europea. El traspaso de poderes tendrá lugar en las instituciones europeas y supondrá el pistoletazo a un año de celebraciones, pero también de compromisos.

Sin embargo, este reinado nace ya cojo. El ex alcalde de la ciudad, Patxi Lazcoz, ha anunciado que no acompañará a la comitiva municipal a recoger el premio. No habrá ningún representante del antiguo equipo de gobierno. Hay que recordar que, pese a que la capitalidad verde es un premio a la gestión de varias corporaciones y tres alcaldes distintos, fue el equipo socialista quien sacó adelante la iniciativa de presentar a Vitoria como Capital Verde.

La razón que esgrimen desde el PSE es que Vitoria ha optado por dar carpetazo a uno de los proyectos en los que más incidió Bruselas para la concesión del título verde: la redensificación.

La capitalidad verde europea no sólo tiene que ver con la cantidad de jardines y parques de la ciudad. También está relacionado con la llamada sostenibilidad.

Desde Bruselas y desde numerosos foros urbanísticos se ha criticado en los últimos años la baja densidad de los nuevos barrios de Vitoria. El jurado pegó un tirón de orejas a la capital de Euskadi por esto. Por ello se presentó un proyecto de redensificación y de aumento de la densidad en Salburua y Zabalgana.

De esta forma, se consume menos suelo, al tiempo que se ahorran numerosos costes de servicios públicos, al acercar más a los ciudadanos entre sí.

Esta redensificación, que en un principio contó con la unanimidad de la corporación, fue cuestionada por el PP la pasada primavera y ahora ha pasado finalmente al olvido.

Vitoria no corre el riesgo de perder su trono por esta decisión, pero sí es posible que pueda llevarse un tirón de orejas. La decisión de suspender la redensificación amenaza una vez más la sostenibilidad de los nuevos barrios.

Desde la corporación se trabaja ya en un plan alternativo a dicha redensificación. Una estrategia que contemplará el próximo PGOU, pero que no estará lista hasta el final de la legislatura. Es probable que ese plan vuelva a la idea de la redensificación. O, según lo llama el concejal de Urbanismo, “Vitoria crezca hacia dentro”.