Una canasta de Oleson salva los muebles
El Caja Laboral vence en un partido en el que costó mucho superar al colista
No hay manera. El Caja Laboral no termina de jugar bien con continuidad y de tener un partido tranquilo. El encuentro contra el Blancos de Rueda Valladolid, parecía reunir todos los ingredientes para ser una victoria solvente, pero nada más lejos de la realidad. Sólo una canasta de Oleson, casi sobre la bocina, evitó la prórroga.
Los pucelanos llegaban con muchas dudas. Colistas, con necesidad de victorias y jugadores que van, vienen, sin terminar de ofrecer el rendimiento esperado. Ni al más optimista de los aficionados visitantes se le pasaría por la cabeza la posibilidad de ganar en Vitoria. Sin embargo, han estado cerca, muy cerca.
El partido empezó mal. Teletovic se ausentó al primer minuto de encuentro, por enfermedad, e Ivanovic se veía obligado a inventar rotación interior. No obstante, a pesar de la baja del capitán, el potencial de la escuadra vitoria se presupone muy superior a su rival de esta mañana, y el partido no empezó mal del todo con primeras ventajas favorables al Caja Laboral.
Sin embargo, las lagunas ofensivas, más latentes aún sin Teletovic, comenzaron a florecer y un parcial de 0-8 del conjunto de Valladolid le dio las primeras ventajas al conjunto visitante (16-19), que empezó a creer, marchándose al descanso con un favorable 31-32.
El tercer periodo no cambió el guión y el encuentro siguió enredado. Sólo en la recta final de este periodo, Caja Laboral abrió una brecha en el marcador incluso llegando a disfrutar de una tranquilizadora renta de siete puntos 55-48, pero Valladolid no habìa dicho su última palabra. Baskonia pareció empeñarse en perder el partido y se le apagaron las luces ofensivas. El Blancos de Rueda de la mano de Robinson, Diego García y el trabajo de Nacho Martín y Borchardt, por dentro, consiguió igualar fuerzas (64-62) y soñar. En unos últimos minutos de errores, Prigioni erró un tiro libre, Diego García dos pero el mismo aprovechó un bloqueo para colocarse en la frontal y empatar el partido a 65 con un fabuloso triple. Oleson salió a la carrera mientras Dusko Ivanovic pedìa tiempo muerto a la mesa y en una penetración suicida coló la canasta del triunfo (67-65), ante la desolación pucelana.
La ausencia de Teletovic no debe servir de argumento. Las 9.000 personas que se han acercado esta mañana al Buesa Arena han vuelto a presenciar un flojísimo partido de su equipo y van..... Perder en Galicia o ganar de dos al colista vuelven a poner de manifiesto la irregularidad de este equipo. Capaz de pelear contra el Regal Barcelona hace tan sólo ocho días y de desaparecer durante muchos minutos contra equipos teóricamente inferiores. Ivanovic no termina de dar con la tecla. Hay que seguir.
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