"He estudiado unas 10.000 horas para lograr esta plaza"

22 febrero, 2023

La vitoriana Raquel Fernández de Gaceo ha obtenido la plaza 27 en el examen del PIR (Psicólogo Interno Residente)

Esfuerzo, dedicación y objetivos claros. Y mucho hincar los codos, por supuesto. No hay más misterio. Así ha conseguido la universitaria vitoriana Raquel Fernández de Gaceo quedar la 27 en el examen del PIR (Psicológo Interno Residente). Una convocatoria con 231 plazas disponibles y a la que se presentaron 4.073 aspirantes. Es decir, solo el 5,6% lo consiguen. Casi nada.

"Echando cálculos, he estudiado unas 10.000 horas para conseguirlo, más que todas las de un año entero", confiesa la joven, de 26 años. Aún le cuesta asimilar el resultado de una prueba que realizó el pasado 21 de enero. Y que implica el fin de un trayecto y un nuevo cambio de vida.

Fue durante el verano de 2018 cuando Raquel comenzó esta etapa. Tras estudiar la carrera en el campus donostiarra de la UPV/EHU y presentar su TFG (Trabajo Fin de Grado) sobre Psicología Cognitiva, tenía claro que su futuro estaba ligado a la investigación y que quería doctorarse.

Cambio de planes

Universitaria vitoriana plaza PIR

Unas prácticas de fin de carrera cambiaron el plan. "No quería abandonar la Psicología Clínica, así que las hice en la Red de Salud Mental de Álava, en un centro de día hospitalario para jóvenes", explica. Una experiencia en la que Raquel se sintió "útil y a gusto, veía casos sobre lo que me interesa, el trastorno mental grave, y los jóvenes, al ser de edades similares, se abrían conmigo".

Sus jornadas de estudio rondaban las 10 horas al día

Fue allí donde coincidió con dos residentes catalanas que le hablaron del PIR. "Yo creía que tenía que hacer el Máster General Sanitario. Pero me dijeron que, si quería trabajar en la sanidad pública, la única forma de hacerlo era a través del PIR, que era muy difícil pero muy gratificante", indica.

Tocaba reconducir el rumbo, pero Raquel no se lo pensó dos veces. Analizó los pros y contras de varias academias y se decantó por una en Barcelona, "muy exigente pero con los mejores ratios de alumno con plaza". Llevar ya cuatro años fuera de casa también pesó en su deseo de continuar con cierta independencia parental.

Universitaria vitoriana plaza PIR

"Al principio era para 10 meses, pero luego me gustó y seguí en la academia. Aunque al final compaginaba las clases con el estudio por mi cuenta", apunta. Los resúmenes de temarios, tutorías, dudas y pruebas de exámenes han sido su día a día. Desde las 9 de la mañana a las 8 de la tarde. Y, el mes previo a la convocatoria, de 8:30 de la mañana a 12 o 1 de la noche.

Jornadas intensivas que pasaba en la biblioteca. Salvo dos semanas de vacaciones en agosto, el 25 de diciembre y el 1 de enero en los que aprovechaba a desconectar.

5 convocatorias

Universitaria vitoriana PIR graduación

Raquel, con sus padres, durante su graduación en la UPV/EHU.

Tanto tesón ha tenido recompensa. A la quinta. Porque Raquel se ha presentado todos los años al PIR. En cuatro ocasiones el éxito ha pasado de largo. Pero no se venía abajo. "Sabía que era muy complicado, que la mayoría de la gente no lo saca y tenía claro que era lo que quería hacer. No me importaba si lo conseguía con 27 o 30 años, era a lo que quería dedicarme", reconoce.

Raquel quiere elegir plaza para hacer la residencia en algún hospital cercano a casa

"Estaba mentalizada y no llevo mal lo de estudiar", añade. Nunca se rindió. El apoyo de sus padres y abuelos, además de los compañeros opositores, también ayudó. Juntos eran una piña y ese respaldo fue otro factor por el que siguió en la capital condal.

Pese al sacrificio que ha supuesto estar lejos de su familia y amistades. "Es lo que más pesa", confiesa, inmersa estos días en la mudanza que la traerá de vuelta a Vitoria-Gasteiz.

Por delante, casi 4 meses de descanso, de retomar lazos y planes con sus seres queridos y de elegir su futuro inmediato. Su idea es recalar en algún hospital vitoriano. Tampoco descarta Bizkaia o Pamplona. No lejos de casa. "En marzo los hospitales hacen jornadas de puertas abiertas. Veré qué residencias tienen y ya en abril elegiré plaza", valora.

Futuro

Universitaria vitoriana PIR psicología

En primavera comenzará una nueva etapa. Otros 4 años con rotaciones en agudos, politoxicomanías, conductas alimenarias... "Recorres todas las áreas y aprendes mucho", se entusiasma. ¿Y después? "Por ahora, saber que tengo estos años me da tranquilidad. Luego aún no lo sé. Si quisiera plaza fija, tendría que volver a opositar. Pero tampoco quiero desligarme de la investigación y me gustaría hacer un doctorado", asume.

"La Psicología es muy útil para entender a los demás y a ti mismo"

Pase lo que pase, tiene claro que su futuro está ligado a la Psicología. Formación que empezó a gustarle ya en Bachiller. "En la ESO yo era mala estudiante y suspendía bastante. Tenía muchas clases de Conservatorio y no estudiaba tanto", rememora sonriendo. Aunque siempre le había atraído lo relacionado con la salud.

"Empecé a leer libros relacionados con la Psicología y me despertaba mucha curiosidad", reflexiona. Un gusto que se consolidó durante la carrera. "Me encantó, ayuda a resolver muchas dudas y es muy útil para entender a los demás y a ti mismo", concluye.