Urteim aspira a "cerrar al menos un nuevo alquiler en la manzana"
EH Bildu habla de proyecto Urteimtaran, Elkarrekin ve difícil levantar el proyecto y el PP cree que Urtaran buscó el rédito político
Urteim "sigue trabajando duramente y está en plenas negociaciones" para conseguir alquiler parte del proyecto megalómano de San Prudencio. Hoy la concejala Maider Etxebarria ha trasladado lo que les dijo la empresa en su última reunión: "Nos han dicho que confían en cerrar al menos un nuevo alquiler en la manzana. Siguen negociando y barajan varias opciones".
No hay sin embargo plazos para cerrar este acuerdo: "Estamos hablando de un nuevo proyecto privado, estamos alerta y las negociaciones siguen su curso, aunque se están alargando demasiado", ha insistido Maider Etxebarria: "Si estos locales siguen vacíos va a tener el efecto contrario al que se busca".
Para Garbiñe Ruiz, de Elkarrekin, el problema está precisamente en que el plan ya ha fracasado: "Que es un fracaso, eso ya es un hecho. Lo que no sé es si se puede levantar".
Desde EH Bildu Rocío Vitero alerta: "Este proyecto mata otros proyectos. Por ahora solo consiguen abrir un bar donde ya había antes un bar, que además ha estado tres años cerrado".
Maider Etxebarria ha criticado: "Elevar la presión en este sentido o incluso buscar rédito político no me parece razonable". Palabras que han tenido rápida respuesta de EH Bildu, Elkarrekin y PP. "¿Rédito político no es cuando alguien se pone un casco y va a visitar una obra que era privada?", ha asegurado desde el PP Miguel Garnica. EH Bildu ha calificado el proyecto como Urteimtaran, por la implicación que el alcalde tuvo con su visita.
Maider Etxebarria, sin embargo, no ha hecho mención alguna a esta visita del alcalde en noviembre de 2018: "El Ayuntamiento ni puede ni quiere intervenir en la operación de un empresario que ha adquirido locales", ha insistido Maider Etxebarria, que ha insistido de nuevo en achacar a la crisis sanitaria la situación de la manzana. Cree que el comercio on line y el miedo a la pandemia han influido. Sin embargo el retraso en este proyecto ya era visible antes de la crisis sanitaria y económica.
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