Urteim retira las vallas de San Prudencio sin haber tocado la fachada

7 octubre, 2021

El aspecto de los locales sigue siendo el mismo que tenían antes de su cierre, hace cuatro años

Operarios de Urteim retiran desde primera hora de este jueves las vallas de la calle San Prudencio. Lo hacen tres años después de su instalación, y con los locales aún vacíos.

El trabajo de retirada es complejo, ya que no solo se trata de levantar las vallas. La constructora también colocó una capa de hormigón de unos 10 cm que ahora es necesario retirar.

vallas urteim san prudencio

Tres operarios trabajan desde primera hora de este jueves con martillos neumáticos para romper el suelo que durante tres años ha estado en ese lugar. Por el momento la actuación ha comenzado frente a Viajes Guria, local que aún enseña los rótulos y la cristalera previos a su cierre.

La retirada de estas vallas permitirá a la calle San Prudencio recuperar su aspecto original, pero confirma el fracaso de un proyecto que ha dañado mucho al centro de la ciudad.

Sin obra exterior

En estos tres años la actuación en el exterior de los locales ha sido nula, pese a que gran parte de la Calle San Prudencio ha estado inutilizada para los ciudadanos. Aún hoy se ven los rótulos de los negocios adquiridos a golpe de talonario por Juan Mari Uriarte. Cuando las vallas se retiren por completo aún será posible observar los carteles de Natura, de la agencia de viajes Guria, y de la tienda de Lámparas Salazar. En su interior sí ha habido obras, eso sí.

Hace un año Vitoria-Gasteiz tuvo que reclamar a Urteim impagos por esta licencia de ocupación de espacio público.

Vallas para un proyecto fracasado

Juan Mari Uriarte poseía ya locales en General Álava, pero en 2015 inició la compra de otros espacios en el resto de la manzana. Negocios históricos como el Taberna, Dakar, Viajes Guria, Natura Salazar o la sociedad Zaldibartxo sucumbieron ante la estrategia de Urteim: pagar lo que fuera por los locales. En 2018 el responsable del Taberna reconocía: “El bar era muy rentable, pero la oferta de Uriarte era mejor“. Dos años después ese mismo espacio se ha convertido en el restaurante Kea.

Durante varios años hubo incógnitas respecto al futuro de esta manzana, hasta que en 2018 se desveló el proyecto. El proyecto comercial de Urteim iba a contar con un parking ampliadoun gran jardín interior y cuatro lonjas comerciales de entre 200 y 800 metros cuadrados. El gran jardín sería para uso privado, donde en su día estuvo la piscina de San Prudencio.

Sin embargo, 3 años después, aquel proyecto se confirma como el gran culpable de la muerte de la Calle San Prudencio.