La pandemia agrava el fiasco del proyecto Urteim para el centro

7 septiembre, 2020

Las vallas llevan más de dos años en San Prudencio y tan solo ha abierto por ahora un restaurante en el antiguo Taberna

El proyecto comercial de Urteim para el centro de Vitoria-Gasteiz sigue estancado. Sí, hace un mes ha abierto un nuevo restaurante en el antiguo Taberna y Zaldibartxo, pero es la excepción. Urteim pensaba abrir los primeros locales hace un año, con espacios de hasta 800 metros cuadrados. Hoy el nuevo restaurante Kea aparece aún solitario en esta manzana de San Prudencio. Y no se atisban en el horizonte posibles vecinos para este nuevo restaurante.

El Ayuntamiento fío en el proyecto del octogenario Juan Mari Uriarte la revitalización comercial del centro. Pero nada más lejos de la realidad: estos cuatro años han lastrado aún más la pérdida de actividad en la zona. Y la pandemia sanitaria ha agravado esta situación.

New Yorker, Teria Yabar y Massimo Dutti son las últimas víctimas: tres cierres en San Prudencio y General Álava que agudizan la sensación de decadencia en estos espacios. Los elevados alquileres, la pandemia y la falta de clientela están ahogando a gran parte del comercio. Y el comercio sabe que los cierres generan un efecto contagio.

Las vallas llevan más de dos años en San Prudencio

Cuando no hay comercio, no hay vida. La Calle San Prudencio soporta ya dos años de vallas. Esta vía peatonal estrenó en 2015 su actual aspecto. Las terrazas del Dakar, Molly Mallone y Taberna dieron vida a este tramo de la calle durante varios meses. Pero estos tres negocios ya no existen: las jardineras y las terrazas desaparecieron y, desde junio de 2016, las vallas anulan la mitad de la calle.

calle san prudencio urteim

Estado actual de San Prudencio, con el último cierre de Teria Yabar

El alcalde Gorka Urtaran visitó las obras de la manzana interior en noviembre de 2018. Allí alababa el proyecto y lo hacía suyo: "Coincide con nuestro modelo de reutilización y rehabilitación de edificios, la regeneración de espacios públicos y la reactivación comercial y hostelera.  Se trata de recuperar edificios y locales en desuso y convertirlos en activos para la dinamización de la vida colectiva en nuestra ciudad. Ese es el objetivo del Masterplan Centro que incluye este proyecto del centro”.

Urteim adquirió los locales a golpe de talonario, sin tener cerrado el proyecto ni los interesados

Los locales de Urteim no estaban vacíos. Eran espacios con mucha vida comercial, negocios rentables que Juan Mari Uriarte compró a golpe de talonario para cerrarlos. Y todo por un proyecto comercial sin base sólida, como ha quedado luego demostrado. Su objetivo era la ampliación del parking y la construcción de un jardín interior. El empresario compró primero y después buscó inquilinos.

Juan Mari Uriarte poseía ya locales en General Álava, pero en 2015 inició la compra de otros espacios en el resto de la manzana. Negocios históricos como el Taberna, Dakar, Salazar o la sociedad Zaldibartxo sucumbieron ante la estrategia de Urteim: pagar lo que fuera por los locales. En 2018 el responsable del Taberna reconocía: "El bar era muy rentable, pero la oferta de Uriarte era mejor". Dos años después ese mismo espacio se ha convertido en el restaurante Kea.

Durante varios años hubo incógnitas respecto al futuro de esta manzana, hasta que en 2018 se desveló el proyecto. El proyecto comercial de Urteim iba a contar con un parking ampliado, un gran jardín interior y cuatro lonjas comerciales de entre 200 y 800 metros cuadrados. El gran jardín sería para uso privado, donde en su día estuvo la piscina de San Prudencio.

Hoy, en plena pandemia sanitaria, el comercio sufre más que nunca. Pero los planes de Urteim para esta zona seguían sin estar claros antes de marzo. De lo que vaya a ocurrir en el futuro con estos locales dependerá también el porvenir del Ensanche. Solo queda esperar.