Vecinos y comerciantes del Centro dibujan un panorama "insostenible" para el barrio

21 julio, 2017

Los vecinos piden más limpieza, más actividad, mayor mantenimiento, zonas infantiles, más luz, control de bicis y controlar el botellón

La Asociación de Vecinos del Centro-Erdialde se ha renovado con la incorporación de vecinos, hosteleros y comerciantes. Este viernes han realizado una comparecencia pública para denunciar que "se ha llegado a una situación límite en el Centro, insostenible, que ya es muy preocupante y que no se puede tolerar más tiempo. Vemos que nuestro barrio se está muriendo y aunque hace unas semanas se enumeraron una serie de anuncios, que por cierto nos parecen muy a largo plazo, los que vivimos aquí lo que vemos es que pasan los días y seguimos con nuestros mismos problemas del día a día sin resolver".

Los vecinos y comerciantes denuncian que el centro está en decadencia: "Antes eran muchos los vecinos de otros barrios que veían el centro como el punto de encuentro para quedar, salir a cenar, comprar, ir de pintxos, salir a tomar algo, etc… Esto ya no pasa. Ahora la gente prefiere quedarse en su barrio, también en los barrios más nuevos, donde ven que tienen más opciones, salen a comprar a otro tipo de superficies o simplemente se decantan por otro tipo de planes alejados de nuestro barrio".

Los vecinos aseguran que el Centro "no ofrece una buena imagen", las calles están mal asfaltadas (como en San Antonio) o no se mantienen, y hay una falta de imagen homogénea. También insisten en los locales vacíos y en mal estado.

Los vecinos también insisten en que las calles están mal iluminadas y que los contenedores no se han vaciado. También insisten en la suciedad de las calles, y que a diario se ven elementos de reciclaje en las calles.

Los vecinos aseguran además que en sus calles no hay "una oferta de actividades y planes diferentes lo suficientemente atractiva como para conseguir dinamizar el centro y para atraer a la gente".

También vuelven a denunciar la escasa presencia de policía en las calles, los ruidos derivados del botellón y la presencia constante de bicis por las zonas peatonales. Los vecinos también piden más aparcabicicletas.

Los vecinos también reclaman juegos infantiles en un barrio en el que también viven familias jóvenes. Tampoco existen en el barrio escuelas infantiles.