Bares, gimnasios, cines y salas: entre la "desesperación" y la lucha por "aguantar"

31 octubre, 2020

Bares, salas de conciertos, gimnasios y cines intentan sobrevivir al virus, pero muestran su desesperación por las nuevas restricciones

Gimnasios, cines, bares y salas de conciertos están siendo los sectores más perjudicados por el Coronavirus. Fueron los primeros en cerrar. Ahora, con cada cambio legal, tienen que adaptarse para seguir funcionando. Son el lugar de desconexión y ocio para miles y miles de alaveses.

La llegada del Coronavirus ha sido "un mazazo total" para la hostelería. Según Juan Carlos Antolín, vicepresidente de SEA Hostelería no saben qué hacer ya que "cada normativa es una vuelta de tuerca que nos dan al sector y al público". Aunque intentan "aguantar" a veces piensa que sería "mejor cerrar".

A Iker Arroniz, responsable de las sala Jimmy Jazz y Kubik también le preocupa que sus negocios sean viables. "Estamos en ese momento de desesperación ¿qué más podemos hacer nosotros para que todo esto siga siendo seguro y que más podemos hacer para equilibrar nuestra cuenta balance, y recuperar lo que hemos perdido?"

Los gimnasios han adoptado medidas de seguridad para que el deporte siga siendo seguro, especialmente en una época en la qué hacer ejercicio es tan importante. Nerea Blasco, coordinadora de Altafit Vitoria, recuerda que "el deporte nos ayuda a nivel físico mejorando nuestro sistema inmunitario frente al coronavirus y a nivel psíquico funciona como antidepresivo."

Muchos gimnasios han potenciado el sistema de cita previa, se ha reforzado la higiene y se corrige a los usuarios sin tocarles, sólo de manera verbal.

En los Cines Florida y Gorbeia también ofrecen diferentes medidas de seguridad para que los usuarios puedan disfrutar del séptimo arte sin riesgo. De hecho, en cada parte de los cines se ha optado por una solución diferente. La entradas no se tocan, se ventilan las salas antes y después de cada sesión y se bloquean los asientos de los extremos para controlar el aforo.

Texto: Sara Esteban. Vídeo: Oier Bravo