"Debemos apartar a esa gente de los campos de fútbol"

15 noviembre, 2023

El fútbol alavés denuncia la presencia en los partidos de "jóvenes sin relación con este deporte y causan problemas"

La indignación y preocupación han salpicado, una vez más, el fútbol alavés. Los incidentes ocurridos el sábado pasado en el partido de la Liga Vasca Juvenil entre el CD Lakua y el Indautxu han provocado rechazo y determinación.

"Debemos apartar a esas personas de los campos de fútbol. Quien no vaya a respetar y disfrutar de una actividad, que salga", declara tajante Kepa Arrieta. No hay que olvidar que, en gran parte de estos partidos, tanto deportistas como árbitros son menores de edad. Con lo que eso implica.

Encapuchados "menores de edad"

futbol

El presidente de la Federación Alavesa de Fútbol reconoce estar "preocupado". "Todos los fines de semana repaso las clasificaciones, que no haya ocurrido nada. Y con lo de este sábado estoy sufriendo", admite.

Lógico. Un encuentro que se presumía tranquilo se ha convertido en el centro de la atención mediática. Y para mal. Acabó con el portero del Indautxu recibiendo varios puñetazos y siendo atendido en un hospital por los golpes recibidos en un ojo.

Todo después de que un grupo "de unas 5 o 10 personas encapuchadas" saltaran al campo en cuanto el árbitro pitó el final del encuentro. Más gente intentó parar la agresión, el árbitro salió escoltado del terreno de juego y Ertzaintza y Policía Local tuvieron que intervenir.

Un descontrol, pero no una batalla campal, como reflejó el acta arbitral. Y un hecho de lo más amargo para Ali Fekkak, presidente del club Lakua, que cuenta con 600 menores inscritos. "Esto es todo lo contrario a los valores que intentamos transmitir. El deporte es para hacer amigos, no para esto", pone por delante.

Fekkak tiene claro que los que causaron todo el problema "eran menores de edad. Gente de paso, no vinculada a ninguno de los clubes". Y es la falta de control a la que se enfrentan los clubes alaveses de fútbol cada fin de semana.

"Reflejo de la sociedad"

El 80% de las competiciones de Álava se disputan en Vitoria-Gasteiz. Y, salvo los campos de algunos colegios e Ibaia, el resto de de instalaciones son municipales. Cualquiera puede acceder. Como en el caso de Sansomendi, con 3 puertas de entrada. ¿Cómo controlar eso? "Imposible, no podemos. No tenemos herramientas ni control para identificarlos", apunta Fekkak.

También tuvo que recurrir al protocolo de la Federación Alavesa de Fútbol para que un padre del Indautxu, expulsado por insultar al árbitro, abandonara el partido. "Le pedí por favor que se fuera. Lo hizo, pero si esa persona no se quiere marchar, no tiene obligación. Al final te queda llamar a la policía y que ellos le echen", razona.

Su impotencia no es única. "En otras instalaciones, todos los sábados hay grupos de chavales que acuden al campo. Sin relación directa con el fútbol. Y provocan problemas. No tan graves como este, pero en una grada pueden molestar y llegar a serlo", señala Arrieta.

Y continúa: "La educación de todas estas personas, lo que conlleva, es que el fútbol sea un escaparate del insulto y la protesta fácil. Ven en el otro equipo a un enemigo, no a un contrincante puntual y ya está. A mí no se me pasa ir al campo a insultar a un árbitro o jugador".

Para Arrieta, estas conductas son "un reflejo de la sociedad. En la calle, las peleas están a la orden del día. Es gente de una edad determinada. Y, si es un problema de sociedad, es un problema de todos".

No jugar a puerta cerrada

Campo futbol lakua-arriaga

Campo futbol de Lakua-Arriaga.

Aun así, desde la Federación Alavesa de Fútbol, el club y el Ayuntamiento están trabajando para ver qué medidas pueden adoptar. "Igual tienen que ser decisiones drásticas para que no pase nada más en ningún otro campo", apunta Fekkak.

Aunque Arrieta apunta que no se puede jugar a puerta cerrada. "Hay 10.000 personas relacionadas con el fútbol en Álava. El 90% lo disfrutan con normalidad. No pueden pagar justos por pecadores y que toda esa gente no pueda ir", justifica. Por eso trabajan para encontrar la manera de controlar más los accesos y, sobre todo, "acotar y que no vaya" toda esa gente con conductas violentas.

Ese es el deseo de Fekkak para sus próximos partidos. El máximo directivo del CD Lakua está "preocupado por lo que está sucediendo en el fútbol y con miedo tras lo ocurrido". Tampoco es plato de buen gusto para la imagen del club, un proyecto con una directiva joven con proyectos en marcha.

"Tenemos una psicóloga deportiva porque damos mucha importancia a la salud mental de los niños y niñas, que no sufran en silencio casos como 'bullying', o el divorcio de sus padres, por ejemplo", destaca Fekkak.

Otra novedad fue la instalación de una cámara con la que grabar a los jugadores, ver su evolución y en qué podían mejorar. Y fue esta decisión, precisamente, la que ha permitido grabar la agresión. Las imágenes ya están en poder de la policía, que investiga para descubrir a los responsables. "Ojalá identifiquen a esas personas con todas las de la ley", desea Fekkak.

Unión del fútbol alavés

Olaranbe vitoria gasteiz

Instalaciones de Olaranbe

Lo único positivo de toda esta situación es la unión en el fútbol alavés para atajar estas conductas violentas. "No se esconde nadie, los clubes son los más interesados en que no existan. Y en reuniones previas han hecho mucha autocrítica. Pero también me transmiten que, cuando esto ocurre, se quitan las ganas de seguir", confiesa Arrieta.

Es consciente de que en esta labor deben ir de la mano de las instituciones. Y el respaldo lo tienen. Ana del Val, diputada de Cultura y Deporte, ya condenó lo sucedido. "Es inadmisible la violencia en el deporte. Actuaciones como estas no aparecen de la noche a la mañana. Empiezan con el insulto y la fala de respeto que escuchamos de forma casi 'normalizada' desde las gradas", alertó.

Situaciones que ocurren, incluso, en partidos de deporte escolar donde juegan menores. "Es una práctica que tiene que terminar", recalcó.

También el Gobierno Vasco mostró su rechazo. Lo hizo en palabras de su portavoz, Bingen Zupiria, quien alertó de que, "en ningún caso deberíamos banalizar ningún acto de violencia en ningún ámbito".