Vitoria también estrena bares y comercios en plena pandemia

3 septiembre, 2020

Tras el confinamiento, son varios los nuevos negocios que han abierto sus puertas en Vitoria-Gasteiz

La crisis generada por el coronavirus ha hecho que cientos de personas estén todavía en ERTE o incluso que hayan perdido su trabajo. Decenas de locales en Vitoria han tenido que cerrar durante los meses de confinamiento y algunos no han vuelto a abrir. La vuelta a la 'nueva normalidad' está siendo realmente complicada para muchos. Pero hay quienes en medio de toda esta pandemia han apostado por emprender y abrir un nuevo negocio. Restaurantes, tiendas de bicis, de animales o cafeterías son algunos de ellos.

ONest

Iratxe llevaba con la idea de abrir un café cuatro años. Dejó su antiguo trabajo y se apuntó a la escuela de hostelería para formarse. Comenzó entonces la búsqueda de un local adecuado para su negocio, algo que le llevó varios meses.

"La idea era abrir en Navidades, pero la obra se retrasó", cuenta. "En febrero me faltaba un papel. En ese momento me lo tomé fatal, pero ahora lo veo como un golpe de suerte, porque vino el confinamiento y al tener el café cerrado me ahorré tres meses de autónomos, de luz y de agua".

Cuando los bares y cafeterías volvieron a abrir sus puertas, Iratxe decidió no apresurarse y esperar unos días para ver cómo lo hacían los demás. "Inauguré el 1 de junio, pero las primeras semanas fueron horribles. No tenía terraza y la gente no entraba. Pedí la licencia y tardó siete semanas, una demora que nos ha hecho mucho daño", cuenta.

Tras poner la terraza, afirma que "ha habido un antes y un después". Además, el local es muy amplio y cuenta con pocas mesas, "estoy yo sola y así puedo atender a la gente sin agobios". Ahora, tras tres meses de andadura, ya cuenta con clientes fijos que acuden cada semana al ONest a degustar la repostería casera que Iratxe prepara cada día.

onest-vitoria-cafeteria

Ciclos Gasteiz

Óscar trabajaba en Argelia como asesor técnico de una empresa. Durante el confinamiento se quedó sin poder viajar y comenzó a darle vueltas a la idea de hacer realidad su ilusión de toda la vida: trabajar con bicicletas. “Pedí la cuenta y me lancé a la piscina”, cuenta.

En medio de la pandemia buscó local, realizó todo el papeleo y se puso manos a la obra. “Los precios de los locales son muy altos, me costó mucho dar con el adecuado”, afirma. El 17 de agosto abrió Ciclos Gasteiz en Sancho el Sabio, una tienda de venta y arreglos de bicicletas.

Después del confinamiento, las bicis comenzaron a agotarse en todas las tiendas. “Mucha gente ha cambiado el autobús o el tranvía por la bicicleta, por eso de no compartir espacios”, explica, “todo está súper agotado”.

El comienzo está siendo duro para Óscar, pero poco a poco va dándose a conocer en la zona. “Estoy muy contento y con muchas ganas. Cada día tengo más clientes y puedo dedicarme a lo que realmente me gusta”.

ciclos-gasteiz-vitoria

Ballarín

Asier y Eneko fueron compañeros de la tercera promoción del Basque Culinary Center. Cada uno tenía su trabajo, pero decidieron embarcarse en una nueva aventura juntos. "Vimos que el Ballarín se traspasaba, así que nos aventuramos. Hubo mucha gente interesada en el local, pero al ser los primeros en llamar, nos quedamos con él".

Reformaron el local de arriba a abajo y una semana antes de su apertura llegó el confinamiento. "Te haces una idea de lo que va a ser, pasa esto y te cambia todo", cuentan. El 16 de junio inauguraron el restaurante entre mascarillas y gel hidroalcohólico. La oferta gastronómica también es nueva, "trabajamos con producto local y de temporada".

Afirman que la distancia de seguridad entre mesas hace que el número de comensales se vea reducido en comidas y cenas. Aún así, la acogida "está siendo muy buena".

ballarin-vitoria

Zarpas

La pasión de Amaia siempre fueron los animales. Estudió para informática y trabajó de ello varios años, pero no le gustaba y decidió dejarlo. "Tenía dos años de paro, así que el primer año lo dediqué a formarme y el segundo a montar la tienda", cuenta.

El 8 de junio abrió Zarpas en el Polvorín Viejo, una peluquería canina con servicio de adiestramiento. "Me decidí por este barrio por el buen ambiente y porque hay muchos perros", cuenta. A pesar de comenzar de cero y ser nueva en el sector, Amaia afirma estar muy contenta. Describe su nueva andadura como "bonita, por tener mi propio negocio", pero reconoce que existe "miedo e incertidumbre por la situación que vivimos". Cuenta que los gastos son aún mayores que los ingresos, pero "es algo que ya sabía que iba a ser así durante meses".

La joven confía en el futuro de Zarpas porque "los clientes en este tipo de negocios son muy fieles y el amor por los animales es cada vez mayor en nuestra cultura".

zarpas-vitoria

¿Has decidido tú también emprender en este momento? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.