Vitoria explica en la calle por qué no hay que alimentar a las palomas

7 julio, 2022

La sobrealimentación es perjudicial, genera más puestas y por lo tanto una mayor población

"No las alimentes. No lo necesitan". Este es el mensaje con el que el Ayuntamiento pretende concienciar de la importancia de cambiar ciertos hábitos en relación con las palomas. Y es que hay personas que dan de comer a estas aves, lo que favorece su crecimiento poblacional de forma desproporcionada. Y esto crea un desequilibrio con otras especies animales y con las personas que habitan en la ciudad.

Varias personas han salido a la calle para explicar a los viandantes el problema de alimentar a las palomas.

¿Por qué no hay que dar de comer a las palomas?

Las palomas y en general las aves son parte de nuestro patrimonio natural y proporcionan a la sociedad un conjunto de beneficios y servicios. Su alimentación natural consiste en granos y semillas; otro tipo de alimento (pan, gusanitos, etc.) puede perjudicar su salud. Además, los restos de comida en la vía pública pueden promover la proliferación de roedores y otros animales.

Dar de comer a las palomas es romper el equilibrio natural que hace aparecer las molestias e insalubridades por acumulación de excrementos y plumas, ruidos, etc. Además, las heces ocasionan importantes daños en monumentos y edificios de la ciudad, con el consiguiente perjuicio cultural y económico.

Las palomas pueden ser vectores de microorganismos y parásitos transmisores de enfermedades, especialmente en situaciones donde se producen contactos estrechos con las mismas.

Actúa con responsabilidad

Las personas tenemos responsabilidad en el cuidado de todos los seres que viven en nuestra ciudad, tu colaboración es necesaria.

  • No alimentes a las palomas. Cierra bien las bolsas de basura. No arrojes ningún tipo de comida a la vía pública. Recoge las sobras.
  • Evita que las viviendas y edificios se conviertan en palomares. Cierra cualquier hueco que les permita el acceso.
  • Mantén las zonas comunes limpias de excrementos y plumas.
  • Coloca barreras físicas para obstaculizar y evitar que se posen, pero que sea sin causarles daños (pinchos, redes, ultrasonidos, etc.).