Vitoria pone guapo otro caño del Casco Viejo
El caño 'Lamiak', entre Pintorería y Nueva Dentro, se recuperará como jardín interior
Vitoria-Gasteiz pone guapo otro caño medieval del Casco Viejo. En este caso, le ha tocado el turno al conocido como 'Lamiak', ubicado entre Pintorería y Nueva Dentro. Una puesta a punto que incluye un amplio lavado de cara. Lo más prioritario será pintar los suelos y las partes bajas de las fachadas y muro.
También habrá labores de consolidación, además de reparar el alcantarillado, colocar barandillas y escaleras e instalar agua corriente para la limpieza y riego. Completada esta primera fase, llegará el turno de las jardineras, con plantas naturales de diferentes especies. Una vez listo, el caño se habrá recuperado y convertido en un jardín interior.
"Queremos convertir estos espacios en pequeños jardines botánicos que aporten color y belleza a estos maravillosos rincones. Que sean para el disfrute de las personas residentes en el barrio", ha señalado la teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal.
Los caños que faltan
En total, la puesta a punto (una vez contratada la tarea) supondrá 6 meses y costará 213.197 euros, que financian los fondos europeos Next Generation.
21 son los caños distribuidos por el Casco Viejo. De ellos ya hay 17 acondicionados, en su mayor parte. A ellos se añade la reforma inminente de Lamiak. Y solo quedarían tres caños por mejorar: el de los Sauces, el del Verdugo y el de la Aduana Vieja.
Los caños eran las letrinas medievales de las viviendas de la colina
El objetivo de Vitoria-Gasteiz es recuperarlos "como elementos propios de la ciudad medieval, preservarlos de intervenciones y revalorizarlos como seña de identidad y referente de nuestro rico patrimonio cultural e histórico".
El origen de los caños
Son unos espacios urbanos de origen medieval. En concreto, eran las letrinas para las viviendas de la colina. Su nombre proviene de la forma de cañada que tenía el terreno por el que discurrían las aguas sucias.
Con la llegada del agua potable los caños se cerraron
Cuando en las casas no había agua, todos los residuos orgánicos se arrojaban a los caños. Estos espacios tenían pozos de agua que, aunque no era potable, servía para limpiar los hogares.
Entonces, la lluvia arrastraba las aguas fecales hasta los cantones. Las de la ladera oeste desembocaban en el río Zapardiel, y en el río de los Molinos las de la ladera este. De los pozos que había solo queda con agua el del Caño del Pozo, el resto están embocinados.
Agua potable y degradación
Entre 1880 y 1900 el agua potable y el saneamiento llegó a casi todas las casas de Casco Viejo. Comenzó la instalación de váteres con desagües a los caños, que desde 1875 estaban ya embocinados, debido a la epidemia de cólera.
En 2007 el grupo ecologista Gaia inicio el embellecimiento de estos espacios
A partir de 1900 se cerraron los caños, y empezaron a degradarse. Las personas residentes en el Casco Viejo arrojaban basura y surgieron construcciones ilegales ocupando el espacio público de los caños. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de los patios que son de propiedad del vecindario, el espacio de los caños es propiedad del Ayuntamiento.
Su ubicación en el interior de las manzanas de viviendas, sumado a su escasa visibilidad, los atrapó en el urbanismo moderno. Durante muchos años fueron considerados espacios urbanos residuales.
En 2007 el grupo ecologista Gaia, con Fernando Fernández Arrikagoitia (Cibeles) a la cabeza, presentó al Ayuntamiento una iniciativa para embellecer estos espacios y ponerlos en valor.
Las autoridades la acogieron favorablemente. Así, asumieron las obras necesarias para su recuperación y disfrute por parte de las personas residentes en esta zona de la ciudad.
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