La recogida neumática "no es eficiente", pero "no usarla sería un desastre"

Vitoria-Gasteiz no ampliará la red de tuberías que transporta la basura por el Casco Viejo y los nuevos barrios. Una red de recogida neumática implantada a comienzos de los 2000 en el Casco Viejo entre muchas protestas del vecindario de Coronación. Hoy en día los barrios de Salburua, Zabalgana, Goikolarra y la zona de Ibaiondo tienen recogida neumática.

Pero el sistema tiene un mantenimiento muy caro. Hoy el concejal de Limpieza Pascual Borja ha mostrado ya esta resignación: "No es eficiente desde el punto de vista ambiental ni económico".

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La recogida neumática es "ineficaz" y no compensa, ha asegurado en respuesta a una pregunta del PP sobre la suciedad. Por eso desde ahora el Ayuntamiento apostará por las islas de contenedores de reciclaje. "Viendo la inversión necesaria y viendo las desventajas, la decisión es no construir nuevas centrales". Y entonces, ¿qué pasará con los buzones actuales? Que seguirán funcionando como hasta ahora.  "No usarlas sería un desastre. Hay que darle uso a lo que ya existe pero a futuro el compromiso es no seguir implantando este sistema".

Vitoria-Gasteiz seguirá por tanto usando la recogida neumática. No hará como Leganés, donde el consistorio decidió eliminar los buzones en 2022. Unos buzones colocados en 1995 y que son idénticos a los de Vitoria-Gasteiz.

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La red de tuberías de recogida neumática es muy amplia. Son más de 50 kilómetros repartidos por los distintos barrios. Tuberías que conectan los buzones con alguna de las 7 plantas existentes en Vitoria-Gasteiz. Las más recientes son las de Arkaiate y Goikolarra. La más antigua es la de Coronación, que da servicio a los buzones del Casco Viejo.

La inversión para instalar la recogida neumática fue de varios millones de euros, aunque solo en el Casco Viejo se realizó la obra abriendo zanjas. En el resto de casos los buzones llegaron al mismo tiempo que la urbanización.

Buzones rodeados de basura

Desde su puesta en marcha la recogida neumática de basuras ha estado acompañada por una imagen: la de bolsas y suciedad alrededor de muchas de estas islas. Una imagen muy frecuente en el Casco Viejo. Aquí los problemas están en la falta de civismo de algunos vecinos, pero también en los constantes problemas de bocas atascadas.

El consistorio también ha mareado en la última década a la población, con hasta dos cambios en el tipo de residuo que había que echar en los buzones. El último cambio fue hace unos meses. Y, de hecho, no funcionan igual los del Casco que los de los nuevos barrios. En el Casco Viejo los buzones son para envases y resto, mientras que en los nuevos barrios son para orgánica y envases.