Vitoria se apunta al #globalchange

16 octubre, 2011

Cuatro meses dan para mucho. Y con un verano de por medio, aún más. Había expectación y, sobre todo, mucha incertidumbre entre los miembros de Acampada Gasteiz y Democracia Real Ya. No sabían si la llama del cambio y del desencanto se habría acabado ya. Lejos de ser así, cerca de 5.000 vitorianos salieron a […]

Cuatro meses dan para mucho. Y con un verano de por medio, aún más. Había expectación y, sobre todo, mucha incertidumbre entre los miembros de Acampada Gasteiz y Democracia Real Ya. No sabían si la llama del cambio y del desencanto se habría acabado ya. Lejos de ser así, cerca de 5.000 vitorianos salieron a la calle decididos a dar luz al movimiento surgido de la nada, y que busca algo tan difícil como cambiar el sistema político, social y económico.

Esos 5.000 vitorianos que recorrieron las calles de Vitoria acudieron además con linternas y velas, en ese intento por iluminar el mundo, abrazados en torno al #globalchange. Todos ellos se acordaron de los parados, de los autónomos, de los pensionistas, de los jóvenes sin empelo y de los que tienen un empleo con salarios indignos. También en la manifestación hubo un apoyo para los trabajadores de Daewoo y Esmaltaciones.

Y, como no, mensajes contra la banca, los grandes empresarios y, la clase política, a la que le acusaron de querer blindarse. Un comunicado que fue leído al filo de las nueve de la noche, tras casi dos horas de marcha por las calles de Vitoria.

El camino hacia el cambio

Pero la jornada de este sábado no es fruto de la improvisación. Entre el 22 de junio y el 15 de octubre el trabajo fue intenso. Días en los que DRY y Acampada Gasteiz se fueron organizando y coordinando para ir estructurando sus reivindicaciones.

Raúl y Edurne, portavoces de ambos colectivos, remarcan las diferencias: "Somos dos colectivos diferentes pero que estamos con lo mismo". Acampada Gasteiz visivilizó el movimiento, con acciones en la calle, mientras que DRY fue desarrollando el programa y las propuestas concretas.

Ambos grupos siguen siendo universales y caminan en paralelo, de forma que cualquiera puede acceder a ellos. Raúl insiste en que "tenemos claro lo que queremos, pero hemos pasado de querer regenerar nuestra democracia a apostar por un cambio más global". Y apostilla: "No somos antisistema pero sí queremos hacer un cambio del sistema".

Aún falta por ver hacia donde irá este movimiento y qué impacto tendrá sobre la sociedad. Por el momento, el 15M ha pasado a ser algo internacional.