El Casco Viejo busca una solución para el after de la Zapa

26 enero, 2023

El responsable del 'after' insiste en que cumple la ley pese a las numerosas sanciones recibidas: "Me dan igual"

La asociación de Vecinos del Casco Viejo intenta encauzar el conflicto entre el Bar Woody (que funciona como 'after) y el vecindario de 'La Zapa'. Este viernes han convocado a las 18:00 una asamblea vecinal abierta para analizar posibles soluciones. Gasteiz Txiki pide al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz que actúe ante esta situación. Y es que la normativa actual sobre hostelería no establece ninguna categoría especial para los 'after'. Cualquier local con licencia de bar puede actuar como un 'after' a día de hoy.

Arakama insiste: "No queremos cerrar el local, queremos mediar entre el hostelero y los vecinos para convivir", explica Manu Arakama, responsable de la asociación. Las quejas no llegan solo desde el vecindario: otros hosteleros y negocios de la misma calle también denuncian la situación "insostenible" de gritos y peleas en torno a este 'after'.

Según los datos aportados por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz hay 15 expedientes abiertos tras 71 intervenciones policiales. De estos, 8 son del Departamento de Planificación Ambiental, 4 de Sanidad y 1 ha sido trasladado al Gobierno Vasco.

Sin embargo, desde Gasteiz Txiki lamentan que "no hay indicios por parte del local de buscar una solución" a los problemas vecinales. El pasado mes de diciembre Manu Arakama se reunió con la asociación de vecinos y con una vecina, para buscar puntos de acuerdo. Pero desde Gasteiz Txiki reconocen la dificultad de hacer ver al gerente la necesidad de convivir entre vecindario y hostelería.

Pub woody zapatería

Gasteiz Hoy ha contactado también de nuevo con Haminton, responsable del Woody. Y, una vez más, insiste: "No incumplo nada, no sé qué les ha dado a los vecinos". El hostelero sostiene que cumple con la legislación pese a las numerosas sanciones y expedientes graves que acumula desde su apertura. En noviembre el concejal César Fernández de Landa aseguraba: "Este local bate todos los récords en expedientes graves".

"Las sanciones me dan igual", asegura el responsable del local al ser cuestionado por los incumplimientos sancionados

Al ser cuestionado por las sanciones ya impuestas y por los expedientes en tramitación el gerente asegura, en tono alterado: "Las sanciones me dan igual". Incluso cuestiona a la Policía Local por las continuas actuaciones que realizan en este tramo de La Zapa, alertados por vecinos y por continuas peleas.

Este jueves el concejal César Fernández de Landa ha insistido en la Cadena Ser que "hay afters en otros sitios que no dan problemas. El problema aquí es de las personas que van allí y cómo actúan. Es un problema de actitud con los vecinos de los clientes y del propietario". No es un problema de after, es un problema más de seguridad que de otra cosa. Y ha concluido: "Esta situación tiene que cesar, se va a solucionar".

El responsable del local también se escuda en que, al hacerse con el local, desconocía la insonorización que tenía este establecimiento. En los últimos meses el consistorio ha precintado su equipo de sonido por superar los niveles de ruido permitido, explican fuentes municipales. Y actualmente cuenta con un limitador horario de la música, explica el responsable del establecimiento.

Bar Woody no tiene licencia de pub, y por tanto la necesidad de aislamiento es menor que la de otros locales que sí tienen este horario. Desde Gasteiz Txiki exigen la implicación del Ayuntamiento para poder "regularizar" la situación. "Vecindario y hostelería estamos condenados a entendernos en el Casco Viejo", explica Arakama.

El Woody abre de 20:00 a 24:00 por la tarde, y reabre posteriormente a las 6:00 de la mañana. El problema se agrava por las molestias que se generan de madrugada en el exterior de la calle. "El Casco Viejo actúa como caja de resonancia, por la estrechez de sus calles". Y, en la madrugada, el estado en el que se encuentra parte de la clientela da pie a broncas y discusiones en plena calle. "Posiblemente en un barrio con calles más anchas este local no generaría tantas molestias", explica Arakama.