Entzia-Opakua: paseo entre laberintos, restos megalíticos y árboles centenarios

31 octubre, 2022

Entzia mantiene su encanto natural y es una reserva para la flora y la fauna, aunque en los 60 se buscó petróleo en la zona

Ficha técnica
📌 Estoy en
Llanada Alavesa y Valle de Arana
😮 No te pierdas
los Laberintos de Katarri y Arno
🏞 Tipo de paisaje
Montañoso
🐾 Aquí vive(n)
Rapaces y rana ágil
🤤 Saborea
Queso de Oveja
✌ No te prives
Paseo a caballo

El pasado de Álava se esconde en la Sierra de Entzia. Hoy es refugio de rapaces, mamíferos y anfibios. Las hayas centenarias levantan sus troncos al Sol mientras, a sus pies, el suelo calizo crea formas mágicas por la acción del agua.

El subsuelo de Entzia alberga grandes reservas de agua, que salen a la superficie en múltiples formas. El paisaje kárstico ha modelado durante siglos cuevas, balsas, cascadas, manantiales y hasta 'laberintos'. Formas en las que la caliza ha ido desgastándose por el agua que circula por arroyos, torrentes y ríos. En los años 60 ingenieros alemanes buscaron petróleo en este punto. Pero no lo encontraron y por ello la naturaleza es hoy la gran dueña de esta zona. Además, si quieres disfrutar de algo único puedes realizar tu paseo a caballo, de la mano de Hípica Agurain o Caballerizas Bikuña.

No hay una única ruta para explorar Entzia. La puerta de entrada es el Puerto de Opakua, pero son numerosos los caminos que nos llevarán hacia diferentes tesoros naturales o prehistóricos. A continuación tienes algunas propuestas:

Laberintos de Katarri y Arno

laberinto de Arno. Foto de Borja Triviño

Laberinto de Arno. Foto de Borja Triviño

El paseo por Entzia permitirá descubrir múltiples formas creadas por la naturaleza. El laberinto de Arno es un paisaje kárstico en el que el agua ha jugado con la piedra. Rocas de múltiples formas que nos permiten perdernos entre múltiples formas, mientras las hayas se yerguen majestuosas sobre nuestras cabezas. El acceso a los laberintos es muy sencillo desde el parking de los Alemanes. Piérdete por el lugar una vez que llegues hasta allí.

Campas de Legaire

Las campas de Legaire albergan el 'Stonehenge' alavés y numerosos restos megalísticos: 14 menhires, 70 túmulos, 3 dólmenes y 1 círculo de piedras:

  • Los menhires son monolitos de varios metros de altura con un significado incierto.
  • Los túmulos son acumulaciones de piedras que no suelen alcanzar los 5 m de diámetro y el ½ m de altura, que servían para cubrir un cadáver o sus cenizas.
  • Los dólmenes son túmulos que en su interior tienen una cámara delimitada por varias losas y que servía como panteones donde se enterraron numerosos cadáveres durante varios siglos.

Aunque todavía no se dispone de edades precisas estos megalitos se construyeron en un intervalo de 4.500 años, entre los 7.000 y 2.500 antes del presente.

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Lo más destacado de este espacio es un círculo de piedras pequeñas en el que sobresalen cuatro grandes menhires. En el interior del círculo se encontraron restos de huesos y carbones. El monumento tiene cerca de 2700 años de antigüedad y en él fueron enterrados los habitantes de la zona. La forma en que están colocados los 4 menhires hace pensar que los menhires apuntaban en la dirección del solsticio de verano.


Las campas de Legaire permiten además disfrutar de unas impresionantes vistas de la parte oriental de la Llanada Alavesa. Eso sí, si padeces vértigo mejor que no te acerques demasiado al cortado. Los caballos pastan a sus anchas por esta explanada y completan un paisaje mágico.

Cerca de las campas de Legaire se encuentran la Balsa de los Alemanes y la Fuente de Iturbeltz, un embalse naturalizado que permite completar el paseo entre pinares. Este paisaje típico del Norte de Europa contrasta con los grandes hayedos que se pueden ver a apenas unos metros. La Balsa de los Alemanes recibe este nombre porque fue utilizada durante la realización de los sondeos en busca de petróleo.

balsa de los alemanes

Balsa de los alemanes. Foto de Borja Triviño

Nacedero del Zadorra y robles centenarios

El robledal de Munain alberga 500 árboles con más de cinco siglos de antigüedad, a los pies de Entzia. Incluso hay robles con 1.500 años de historia. Existe una senda que recorre este paisaje de la antigüedad, y que llega además al nacedero del Zadorra, el río más largo de Euskadi. Aquí puedes conocer la ruta y cómo llegar:

Cascadas de Andoin

cascadas de la tobería

Fuente: URA

La ruta comienza en el pueblo de Andoin y nos permite disfrutar de numerosos saltos de agua. La más espectacular son las Cascadas de la Tobería.

En toda la zona la filtración del agua, a través de las rocas calizas y dolomías, modela un relieve en el que destacan grietas, lapiaces, cuevas y dolinas.

Cascadas de Igoroin

El Barranco de Igoroin se encuentra en la Montaña Alavesa, al otro lado de Entzia. Es una ruta sencilla, en la que pasearás entre hayedos y quejigos. El agua emerge desde diversos puntos. Al contrario que en la otra parte de Entzia, aquí el terreno arcilloso favorece la formación de fuentes.

Los hayedos y las campas ocultan también numerosos restos megalíticos de hace siglos. Entzia tiene cuevas, dólmenes, menhires e incluso su stonehenge particular en la campa Legaire.

Ermita de Santa Teodosia

Entzia esconde también los pueblos más elevados de Álava: Róitegui, Iturrieta y Onraita superan los 950 metros de altitud.

Y muy cerca de ellos está la Ermita de Santa Teodosia. Un templo ubicado a 1.200 metros, en unas campas que hoy se han adaptado como parque provincial. En la zona también se descubrió un dolmen. Este templo era zona de paso de peregrinos.


También en esta zona puedes observar un fresno de gran tamaño, catalogado como árbol singular.

Parzonerías y un muro-frontera

El hombre conoce Entzia desde la antigüedad, pero ha respetado la zona. Y lo sigue haciendo a través de las parzonerías: una figura de gestión pública con la que protegen la zona, aprovechando al mismo tiempo su gestión forestal y ganadera.

La Sierra de Entzia separa la Llanada Alavesa del Valle de Arana. Es, en realidad, la continuación de la sierra navarra de Urbasa. Los navarros quisieron dejar clara la frontera en 1928, cuando construyeron un muro de 7 kilómetros en pleno monte. Es, quizás, el resto humano más triste de todos los que pueblan esta sierra.

Flora y Fauna

Los hayedos que separan la Llanada del Valle de Arana guardan una extraordinaria belleza, y son cobijo de muchas rapaces. La Diputación lleva varios años con un proyecto de implantación del águila de Bonelli. Pero en Entzia también vuelan búhos, águilas, halcones peregrinos o lechuzas, entre otros. Más difícil de ver son los gatos montés, las martas o las garduñas.

Las balsas de Entzia esconden también una amplia variedad de anfibios: la ranita de San Antón, la rana ágil, el sapo corredor o el tritón jaspeado habitan en ellas. Y el paseo entre bosques se alterna con grandes campas de pasto, donde ganado ovino, bovino y equino convive en semilibertad.

La búsqueda de petróleo

En 1959 se realizó una exploración petrolífera en Entzia. Fue un pozo que alcanzó los 3.800 metros, menos de los 5.000 metros que unos años antes había registrado otra exploración en el Valle de Arana. Pincha en la imagen si quieres saber más de estas exploraciones.

petroleo entzia

Pincha en la imagen para saber más sobre las exploraciones en Entzia