Zuriñe cuenta su participación en 'La Isla': "Es un programa puro, sin manipulación"
La concursante alavesa cuenta su experiencia de supervivencia extrema: un mes sin recursos con otras 13 participantes del programa
Cada jueves una vitoriana se cuela en el prime time de la televisión española. Es Zuriñe, concursante del reality La Isla. Un programa de supervivencia extrema que ya ha emitido sus tres primeros capítulos. En ellos se ve cómo esta alavesa tiene que sobrevivir durante un mes con otras 13 compañeras en una isla desierta.
Aunque se esté emitiendo cada jueves de 22:30 a 00:30, esta aventura se rodó hace dos años. Gasteiz Hoy ha podido hablar ahora con la protagonista vasca, plenamente recuperada de la experiencia: "Me resulta extraño verme en esa situación tan extrema. Me veo más débil de lo que pensaba, muy vulnerable. Pero también veo a una mujer con mucha paciencia y con una capacidad de aguante increíble. Creo que mantuve una actitud correcta".
ZURIÑE, 37. PELUQUERA, ÁLAVA
Con familia de buceadores conoce el mar y sabe, que puede ser una despensa infinita. ¡Viene a superarse!Su sello es la energía y el buen humor. Quiere convertirse en una habitante de “La Isla” para demostrar que hay vida después de ser madre de 3 ? pic.twitter.com/RjCF6OuSXe— La Isla (@la_isla) September 28, 2020
Solas en el Caribe
La principal diferencia y atracción de este reality es su crudeza: a diferencia de otros programas de supervivencia, en este las participantes no cuentan con ninguna ayuda. Ni siquiera tienen equipo técnico: se graban así mismas. Es verdad que cuatro de las participantes son operadoras de cámara, pero no forman parte de la producción del show. Son igual de concursantes que el resto de mujeres.
Zuriñe no era una de las operadoras ni tampoco tenía experiencia previa en aventuras similares. Esta peluquera se lanzó a este programa de cabeza y de momento ha resistido la caída. Pero no sin secuelas. En el momento de publicación de esta entrevista se han emitido tres programas del reality, en el que la vitoriana ha sufrido ya las consecuencias de la supervivencia.
Zuriñe perdió 7 kilos en sus primeros 7 días en la isla
Debido a la dificultad para encontrar comida y agua potable, tanto Zuriñe como sus compañeras experimentan síntomas de deshidratación y desnutrición: es una de las que más kilos ha perdido en una semana, con 7. Algo que incluso le hizo plantearse el abandono. "La deshidratación y el hambre hacen que tu mente no funcione como normalmente. Aunque nunca he pasado por algo así, tuve la impresión de que era lo más parecido a un estado de depresión", añade.
Para ella, uno de los momentos más duros de la experiencia fue el de atravesar la isla cargadas con peso y sin agua "durante muchas horas". En los primeros programas deben buscar un lugar seguro para establecer el campamento, y para ello tienen que transportar las cámaras y sus objetos personales. Bultos de hasta 8 kilos durante travesías que han llegado a alcanzar las 6 u 8 horas.
Lejos de los suyos
Sin embargo, ni el agua, ni el hambre, ni los peligros de la naturaleza fueron lo más difícil para Zuriñe: "Las noches también eran muy duras y la convivencia tampoco fue fácil, pero lo más duro fue estar alejada de mi familia. Allí no me sentía útil, cada día tenía mis momentos de llorar y de plantearme si quería seguir en la aventura o irme a casa con ella. Las chicas que éramos mamás teníamos una mochila más grande que el resto", afirma esta amatxo de tres hijas.
La convivencia es precisamente uno de los temas más delicados del programa en este inicio. Las chicas tienen más problemas que los chicos de la primera edición a la hora de evitar discusiones y repartir tareas. En los dos primeros programas dos concursantes se revelaron contra el grupo. Ahora parece que las aguas se han calmado, aunque ahora el grupo mantiene otra disputa con las encargadas de las cámaras.
"Lo más duro fue estar alejada de mi familia"
Zuriñe se aleja de todas estas polémicas: "De ahí salieron muy buenas amigas. Las llevo en el corazón para siempre. También es verdad que hay chicas con las que no he vuelto a hablar, ni he vuelto a ver pero tampoco tengo rencores con nadie. Podría sentarme en una mesa con todas sin problema", afirma.
Supervivencia real
La concursante corrobora que La Isla no tiene nada de ficción. Poco se parece a Supervivientes u otros realities de supervivencia que ha habido en la televisión española. Aquí no hay premios por superar pruebas ni trucos fuera de cámara: "Es un programa puro, sin manipulación. No tuvimos preparación, solo nociones básicas de supervivencias y algunas pautas para no comer nada venenoso ni en peligro de extinción. Todo lo que vivimos allí fue muy real: hambre, sed, mosquitos, frío, calor... Y grabarnos a nosotras mismas creo que le da un punto mayor de credibilidad al programa".
Sobrevivir a la audiencia
Donde sí está sufriendo para sobrevivir el programa de La Isla es en las audiencias. La segunda edición de este reality no ha aterrizado con buen pie: es uno de los programas menos vistos del prime time del jueves, según los datos de Kantar Media publicados en Vertele.
Su estreno tuvo la mejor cifra de los tres primeros capítulos: 5,3% de share y 673.000 espectadores de media. Los dos siguientes episodios rondan el 4% de share con alrededor de 470.000-480.000 espectadores. Números muy alejados de las series Madres o La Valla (donde también hay presencia alavesa), principales rivales en esa franja horaria.
También estaba La isla de las tentaciones, que finalizó ayer. Aunque no compartía parrilla televisiva con La Isla sí que puede eclipsar y causar confusión por la similitud del nombre. Ahora La Isla ya no compite con el reality masivo de la televisión: ¿aumentará en audiencia? ¿Aguantará Zuriñe el mes entero en la isla?
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