Con Heurtel no basta

Laboral Kutxa cayó derrotado en Lituania en un partido extraño en el que sólo la mejor versión de un tremendo Heurtel mantuvo las opciones de sumar un triunfo que se antojaba fundamental para alcanzar un TOP16 que se complica sobremanera.

La necesidad de ganar, tras los dos últimos tropiezos en Euroliga, podían provocar cierta ansiedad y nerviosismo en un grupo sacudido por las turbulencias de los últimos cambios en su plantilla donde además del reciente cambio de entrenador han visto como en plena escala, destino Lituania, se les ha incorporado un nuevo jugador como es Mirza Begic, que sin duda mejorará el juego interior vitoriano y que ya aportó el día de su debut.

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Los lituanos al amparo de su público multiplican sus prestaciones como demuestran sus resultados y el partido tenía mucha más trampa de lo que, en principio podría parecer. Los locales haciendo gala de sus muñecas empezaron mandando 10-6 tras unos primeros minutos de mucha brega y de escaso baloncesto. Iverson se mostraba como el hombre más activo del conjunto vitoriano zafándose con todo aquel que se le ponía por delante pero la continúa pelea terminaba con lanzamientos de tiros libres y el Baskonia se mostraba negado (Iverson 0 de 5, San Emeterio 0 de 2). Ibon Navarro recurrió a Diop para dar oxígeno en la rotación interior mientras buscaba fórmulas con las que sumar en ataque en unos primeros diez minutos bastante flojos que terminaron con un inquietante 20-15.

El equipo salió mucho más enchufado en el segundo periodo. Vujacic, Diop y Tillie enjuagaron la diferencia empatando a 24, dirigidos por un Heurtel, aparentemente sin recambio que no se sentó hasta el minuto 17. El encuentro seguía bastante enredado con muchos contactos y Laboral Kutxa echaba de menos mayor peso ofensivo de sus referentes. Vujacic, Bertans, San Emeterio y Causeur no veían aro, el equipo se atascaba nuevamente mientras los lituanos espoleados por su público mantenían siempre la iniciativa en el electrónico para irse al descanso con un 41-34.

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Huérfanos de acierto y claridad ofensiva, tocaba ponerse las pilas atrás para tener alguna opción. Sin embargo, no dio la sensación, de inicio, de que el equipo iba a dar ese paso adelante en defensa y un 6-2 inicial provocó el tiempo muerto de Ibon Navarro. El equipo siempre iba un paso por detrás de un crecido contrincante y la distancia se disparaba (51-35). Begic debutaba en la pintura con el equipo absolutamente superado (12-2 de parcial) e incapaz de producir en ataque donde la dependencia del triple era proporcial al desacierto (53-39,min15) hasta que, precisamente, dos triples consecutivos de Heurtel dieron un halo de vida al equipo que inició un parcial de vuelta culminado con un 2+1 de Bertans para reducir la diferencia a seis (53-47, min27). Con Heurtel totalmente desatado (20 puntos en el minuto 28) el equipo volvió al partido de golpe y porrazo. Nuevos fallos de Iveron (0 de 7 en el tiro libre) permitieron a los locales volver a los siete de ventaja (61-44, min30) con los que arrancó la segunda mitad.

El cuarto decisivo arrancó, por primera vez en 30 minutos, con las defensas imponiéndose a los ataques. Bertans, muy desacertado en el lanzamiento durante todo el partido, o Tillie marraban ataques y los lituanos jugaban con la ventaja contemporizando más de lo hecho hasta ese momento. Un dos más uno de Gailius ponía la diferencia por encima de la decena (66-54, min 33) pero Laboral Kutxa no entregaba la cuchara gracias a un tremendo Heurtel que levantaba a los suyos por enésima vez (68-64). Una innecesaria falta antideportiva de Zavackas sobre San Emeterio más una canasta de un oportuno Begic devolvía, por imposible que parezca, el empate al partido (68-68) y Laboral Kutxa soñaba con la victoria a pesar del mal partido de muchos de sus mimbres. Quién si no Heurtel con un nuevo triple bestial culminaba la lunática remontada (73-75) pero en el toma y daca final, el galo tuvo el último tiro que no acertó a meter pese a que su partido merecía tal colofón y el equipo cayó por 80-79 en una dolorosa derrota.