Estibaliz saca la espina de San Prudencio

1 mayo, 2012

Cientos de personas celebran con Sol la romería a la patrona de Álava

Pocas veces habrá visto la patrona de Álava tanto trajín en torno a su santuario. Cientos y cientos de personas se han acercado hoy hasta Estibaliz para disfrutar del día, en una romería que ha permitido sacarse la espina del pasado día de San Prudencio. El sol con el que ha amanecido hoy Vitoria ha animado a muchos vitorianos.

Los menos han ido andando casi desde Vitoria. Aunque la mayoría ha optado por aparcar en Argandoña o Andollu para, desde ahí, subir hasta la colina en la que se ubica en Santuario románico del Siglo XII, y custodiado por los benedictinos.

Para muchos ha sido su primer uno de mayo en Estibaliz, pero la situación lo merecía, con el Sol mirando al cielo. Y es que el Sol no podía faltar en esta jornada, teniendo en cuenta que, como dice el himno, Estibaliz es del Cielo la más pura estrella.

Los primeros en llegar hasta el Santuario han sido los artistas que durante todo el día se han dedicado a realizar sus cuadros para el concurso de Pintura al Aire Libre. Junto a los toques del pincel estaban, también desde primera hora, los miembros de las sociedades gastronómicas. Los platos hechos con patata alavesa, cada cual más complejo moderno y variado, han sorprendido a los viandantes, pero también dejaban un aroma inconfundible al tubérculo alavés por excelencia.

Junto a los miembros de las sociedades gastronómicas, los miembros del equipo de Gobierno de la Diputación se afanaban por cocinar una buena tortilla. Mientras las diputada de Cultura Iciar Lamarain se dedicaba a dar lecciones, era el responsable de Hacienda, Luis Viana, quien le daba la vuelta a la tortilla.

Y mientras tanto los dantzaris se esmeraban no sólo por gustar al público, sino también al jurado en el concurso de baile al suelto.

Hoy era también día de consumir. Talos, queso, pastel vasco o perretxikos aguardaban a su dueño en alguno de los puestos. Muchos de ellos tenían hoy su segunda oportunidad tras la tragedia de San Prudencio.