¿De dónde viene el agua que bebemos?

6 septiembre, 2017

El 99% de los vitorianos está satisfecho con la calidad del agua y su suministro es el servicio público mejor valorado en la capital alavesa

Algo tan rutinario como beber agua del grifo resulta posible gracias a un proceso complejo y muy controlado donde la planta potabilizadora de Araka juega un papel fundamental. “En 30 años nunca ha dejado de funcionar, a excepción de las paradas programadas para realizar trabajos de mantenimiento”, explica Ángel Llamazares, gerente de Amvisa.

El suministro de agua es el servicio público mejor valorado en la capital alavesa, según un estudio realizado por el Observatorio de Servicios Urbanos. El 99% de los vitorianos está satisfecho con la calidad del agua y el 87% con su gestión (ausencia de cortes, presión…).

Si fallara el sistema de bombeo, tendríamos reservas para abastecer de agua a Vitoria durante un día en verano y dos en invierno

En 2016 salieron de la planta potabilizadora de Araka 18.100 millones de litros de agua. "Unos 2/3 proceden del pantano de Ullíbarri y el tercio restante del embalse de Albina". Además, "una parte insignificante" se obtiene del Zadorra a su paso por Durana. "Cuatro o cinco veces al mes y por la noche, cuando la energía resulta más barata, se bombea agua directamente del Zadorra durante dos horas" con el objetivo de poner a prueba el sistema y tenerlo siempre preparado. Así, "en caso de que surjan problemas con el bombeo de Ullíbarri, Vitoria cuenta con una alternativa mientras se solucionan".

Araka tiene tres depósitos de abastecimiento, con un diámetro interior de 61,8 metros y 10 metros de altura. Cada uno puede contener hasta 30.000 metros cúbicos de agua potable. Los más antiguos tienen 35 años y el tercero se levantó hace alrededor de 10 por si los otros dos, que se han quedado obsoletos, necesitaban una reforma integral.

Hace unos meses Amvisa demolió uno de los depósitos de 35 años para reconstruirlo con "métodos de construcción avanzados", aunque "su capacidad y aspecto exterior son iguales". Llamazares espera que a finales de la próxima semana ya estén rematadas diversas obras menores y se pueda llevar a cabo una primera prueba de estanqueidad.

"Cuando empiece a funcionar, imagino que el consejo de Amvisa aprobará hacer lo mismo con el depósito antiguo que queda. Las obras concluirían en unos dos años y, entonces, tendríamos depósitos para tres o cuatro décadas más".

Los fenómenos meteorológicos adversos, como fuertes tormentas y nevadas, suponen el mayor riesgo para la depuradora

Los depósitos siempre están al 80-90% de su capacidad y el nivel del agua sólo varía alrededor de medio metro. "Si fallara el sistema de bombeo, tendríamos reservas para abastecer a Vitoria durante un día en verano y dos en invierno". Y, a menos que se tratara de algo muy grave, "en 24 horas ya se habría reparado la avería".

Además, "tenemos dos líneas de alta tensión que vienen de puntos diferentes". Llamazares señala que los fenómenos meteorológicos adversos, como fuertes tormentas y nevadas, suponen "el mayor riesgo" para la depuradora.

Para potabilizar el agua, primero se añaden una serie de reactivos en tres depósitos llamados decantadores. De esta manera, las partículas que enturbian el agua se caen al fondo y el agua limpia queda arriba. Este proceso retira “la mayor parte de la suciedad”.

Posteriormente, seis filtros de arena quitan las partículas más pequeñas. Cuando el filtro se llena, se para y se lava durante 10 minutos con agua y aire en sentido contrario. Posteriormente, se trata el agua con ozono, que constituye un oxidante potente, para matar todos los microorganismos.

El lunes se abrió el plazo de inscripción para las visitas guiadas a las depuradoras de Araka y Crispijana

Los efectos de este gas duran muy poco y, por eso, después se le añade cloro, que la mantiene desinfectada en su trayecto a través de las tuberías desde la depuradora hasta el grifo de casa. En otros sitios utilizan cloramina, pero el sistema de abastecimiento de Vitoria no necesita emplear este compuesto químico que permanece mucho tiempo en el agua.

Precisamente, el lunes se abrió el plazo de inscripción para las visitas guiadas que desde hace años organiza Amvisa a la planta potabilizadora de Araka y a la depuradora de aguas residuales de Crispijana. Se trata de una actividad dirigida a los colegios.

La cantidad de luz solar, la temperatura y otros factores vinculados a la estación del año influyen en la calidad del agua de los embalses y, por tanto, en los reactivos que se le aplican. “En septiembre y octubre puede llegar el agua a las casas con un gusto y color diferente. Pero se trata de episodios pequeños”.

  • Antiguo depósito de aguas

Antes de Araka el agua llegaba hasta el centro de Vitoria-Gasteiz. El antiguo depósito de aguas de Vitoria, que se ubica en lo alto del Casco Viejo, abasteció a la ciudad durante un siglo. En 1884 se consiguió la traída de aguas del Gorbea a la plaza de la Virgen Blanca y, un año más tarde, se inauguró el Depósito de Aguas para almacenarlas.

En 1986 se cerró al perder su utilidad y tras su restauración abrió sus puertas como espacio expositivo en 1991. Desde 1997 forma parte de Montehermoso, con el que está conectado de forma subterránea.