Inicio
Obras
Rutas
Paula Fernández: la influencer alavesa que lucha contra la gordofobia
Esta joven vitoriana da voz a través de las redes sociales a todas las mujeres que no tienen un cuerpo normativo
“Estoy gorda y no pasa nada, me siento empoderada”. Con estas palabras, Paula Fernández desafía los estereotipos impuestos por la sociedad. Esta joven vitoriana es trabajadora social, influencer y activista del 'body positive'. En sus redes sociales lucha contra la gordofobia y da voz a todas las mujeres que no encajan en los estándares de belleza normativos.
Empezó a crear contenido en Instagram en 2018, con publicaciones en las que compartía sus propias reflexiones. “Escribía textos sobre mi autoestima, ya que estaba en un proceso de quererme a mí misma”, comenta Paula.
Foto de @sorsain
Con el tiempo, su autenticidad atrajo la atención de algunas marcas, y su comunidad virtual fue creciendo poco a poco. Lo que empezó como un pasatiempo se convirtió en su trabajo y, a día de hoy, roza los 100 mil seguidores en Instagram.
Pero el camino hasta llegar ahí no ha sido fácil. “Ser una persona gorda en redes implica automáticamente la reivindicación, tienes que ocupar ese espacio”, indica la influencer. Y asegura que hacer contenido contra la gordofobia en redes es un desafío “bastante complicado”.
El discurso de odio en redes
El odio en las redes, dice, es algo que va intrínseco, especialmente para el colectivo de activistas contra la gordofobia. “Hoy en día hay una corriente, sobre todo en TikTok, de hombres organizados que se meten constantemente con las mujeres gordas. Utilizan nuestra imagen para crear contenido de odio y lucrarse a nuestra costa”, expresa.
Esta situación, además, ha traspasado los límites de la pantalla: “Se presentan en nuestros eventos, ya no es solo violencia exclusivamente online, sino algo más físico”. Y asegura que la falta de protección legal contra la gordofobia en redes es un desafío. “No se puede denunciar, no hay protección para la violencia de este tipo en redes”.
Fotos de @sorsain
En este sentido, Paula reivindica el apoyo de la publicidad: “Es importante que las marcas nos apoyen, y quieran vincularse con mujeres que no sean normativas para avanzar en la diversidad”. Y es que para esta joven, las redes sociales son “normatividad, perfección y belleza”.
Las personas que “más seguidores y más repercusión” tienen son chicas con un cuerpo y una belleza muy normativa. “Es lo que vende”, asegura. Y reivindica que, al igual que las mujeres delgadas existen, ellas también: “Tenemos que tener las mismas oportunidades, no es un delgadas vs. gordas”.
Moda para tallas grandes
A partir del movimiento 'body positive', Paula se dio cuenta que había más mujeres como ella en redes sociales. Para ella, esa falta de referentes es un problema de esta sociedad: “Las mujeres gordas no existimos porque debemos ser siempre un cuerpo en transición hacia la delgadez”.
Foto de @sorsain
En este sentido, la influencer destaca la falta de opciones en la moda para personas gordas: “Hoy en día voy a un centro comercial y no encuentro ropa de mi talla. No podemos ir a tiendas físicas, tenemos que comprar todo online, con lo que supone eso para la gente mayor o que no tiene acceso a internet”.
“Las mujeres gordas no existimos porque debemos ser siempre un cuerpo en transición hacia la delgadez”
Ella, como creadora de contenido y activista contra la gordofobia, muestra sus 'looks' en Instagram. “Me gusta que la gente vea en mí unas opciones para vestir en su día a día y pueda inspirarse a la hora de vestir”, señala. Y reivindica que la moda también es para personas gordas, aunque la industria textil no cuente con sus medidas.
Ver esta publicación en Instagram
“Recibo 'hate' desde siempre”
Cada una de sus publicaciones cuenta con miles de likes y visualizaciones. Su objetivo es crear un espacio seguro en redes para las personas que sufren insatisfacción corporal y/o Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Foto de @sorsain
Pero en los comentarios, Paula se encuentra muchas veces con frases ofensivas. Ella afirma que recibe 'hate' desde siempre. “La gente no entiende que una mujer como yo, con mi cuerpo, tenga éxito. Cuando vemos a una persona gorda tenemos la creencia social de que no puede ser feliz o tener pareja, y ver todo lo contrario choca”, expresa.
“La gente no entiende que una mujer como yo, con mi cuerpo, tenga éxito"
Esta joven vitoriana destaca que la discriminación hacia las personas con cuerpos no normativos está presente en todos los aspectos de la vida. "Vivimos en una sociedad que tiene unos estigmas sobre las personas gordas muy dañinos", denuncia. Y afirma que la gordofobia está en la medicina, en la nutrición, en la historia y en “todos los ámbitos”.
Una lucha contra la insatisfacción corporal
Además, Paula subraya la presión adicional que sufren las mujeres, sobre todo aquellas con un cuerpo no normativo: "Toda violencia se agrava mucho más cuando hay un componente de género. No es lo mismo ser un hombre gordo que una mujer gorda”.
La sociedad, explica, ejerce una presión sobre las mujeres para que cumplan con unos estándares de belleza poco realistas. "Existe toda una industria que nos insta a deshacernos de la celulitis, las ojeras, el sobrepeso y la barriga”, afirma. Y añade que esta industria de productos se basa en las inseguridades de las personas con su cuerpo.
Foto de @sorsain
Para Paula, romper con esta industria y rechazar la insatisfacción corporal supone un “acto revolucionario”. Ella lo ha hecho, pero expresa que la expectativa social para muchas personas es que las mujeres gordas estén siempre a dieta. "Cuando nosotras desafiamos esa norma y decimos no a las dietas, porque no funcionan y van en contra de nuestra salud mental y física, es cuando surgen los problemas", añade.
Para Paula, estar gorda no es un condicionante para tener o no salud: “No tiene nada que ver la forma de tu cuerpo con tu estilo de vida”. Ella aborda el estigma asociado a la salud de las personas gordas y destaca que el cuerpo no define la valía de una persona.
Ver esta publicación en Instagram
“Nadie, ya sea gordo o delgado, debe rendir cuentas sobre su salud a los demás. Es un tema muy personal y está influenciado por diversos factores”, indica. Paula prioriza el respeto hacia cada individuo, independientemente de su forma corporal: "No podemos juzgar el estado de salud de alguien solo por su apariencia”.
Un trabajo "privilegiado"
Con casi 100 mil seguidores, reflexiona sobre su inesperado viaje en redes sociales. "Nunca pensé que trabajaría de esto", confiesa. Ella es trabajadora social por vocación y sigue manteniendo la divulgación y el dar charlas. Pero está agradecida de dedicarse a crear contenido.
Foto de @sorsain
Paula reconoce la posición privilegiada de quienes trabajan como influencers: “Es un trabajo exigente en términos de salud mental, pero ser tu propia jefa es un lujo. En medio de la precariedad laboral que experimenta mucha gente, nosotras somos afortunadas”.
Mirando hacia el futuro, esta joven vitoriana aspira a organizar talleres y encuentros, compartiendo sus conocimientos y creando un espacio seguro para sus seguidoras. “También quiero seguir creciendo en redes y continuar enseñando moda para tallas grandes”, concluye.
