La Catedral recupera su portada más antigua

5 junio, 2021

Santa Ana, la portada más antigua de la Catedral de Santa María, vuelve a lucir al público tras casi dos años de restauración

La Portada de Santa Ana de la Catedral Santa María de Vitoria ya está lista tras el lavado de cara. Los trabajos de restauración han permitido recuperar artísticamente esta fachada, además de habilitar una entrada sin barreras al templo. Desde la propia plaza Santa María se puede contemplar la portada, pero quien quiera conocer todos los secretos que esconde, podrá hacerlo a través de las visitas guiadas que comenzarán en apenas unas semanas.

La intervención ha consistido en la limpieza y reparación de los elementos artísticos y en la implantación de una bóveda a modo de tejavana para proteger la portada de las inclemencias meteorológicas que, en buena medida, son las responsables de los daños en las estatuas. La reforma la ha realizado la empresa vitoriana Petra S.Coop, que ya se encargó de la restauración del pórtico principal del templo.

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“La portada está ubicada en un rincón muy húmedo y umbrío, eso hace que esté muy expuesta y sufra mucho. El agua de la lluvia corría desde la cubierta por encima de la portada y estropeaba la piedra. La hemos protegido con una estructura para evitar que se estropee más”, explica Leandro Cámara, arquitecto de la Fundación Catedral Santa María.

Para montar esta bóveda protectora se ha realizado un trabajo de cantería con piedras muy parecidas a las originales de la catedral. Algunas miden hasta 80 centímetros de alto y pesan 500 kilos. “Es un trabajo bastante laborioso de corte de piedra, ya que cada una es diferente y está hecha a medida”, explica Leandro. La estructura hace además de contrafuerte de una de las paredes de la catedral que "se inclina y siempre ha dado problemas”.

Además de instalar esta nueva estructura, se ha restaurado la portada y se han limpiado las estatuas y la decoración arquitectónica. "La costra negra estaba tapando la talla de las esculturas y la hemos limpiado. Además, el agua entraba en la piedra, helaba y reventaba, por lo que había muchas micro-fisuras. Se ha hecho una labor de sellado de todas estas grietas y se ha dado un hidrofugante para evitar que la humedad entre", explica Dolores Sanz, restauradora de Petra.

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Para poder llevar a cabo esta intervención, se ha realizado un exhaustivo trabajo de documentación. También han elaborado una maqueta virtual en alta resolución con más de 9.000 fotografías y un modelo que maneja 250 millones de polígonos. Para trabajar sobre el andamio y no perder detalle, se extraía del modelo 3D una ortofoto de alta precisión con varias vistas del objeto.

La Portada

La Portada de Santa Ana, la más antigua de las existentes en la catedral, está en el brazo hacia lo que en el siglo XIV era el atrio cementerio de la iglesia de Santa María. Está formada por un solo vano diáfano, sin parteluz, coronado por un friso con esculturas y un tímpano enmarcado en cinco arquivoltas con figuras.

En sus jambas hay diversas esculturas sobre pedestales. Las del tímpano y las arquivoltas han sufrido graves daños históricamente y se encuentran, en su mayoría, decapitadas y mutiladas. "Hay muchas teorías, pero no sabemos con exactitud qué pasó. No hay impactos de bala ni golpes, por lo que creemos que alguien se dedicó a cortar cabezas, manos y pies", afirman Dolores y Leandro.

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La portada termina con un gablete triangular de decoración vegetal, también muy dañado, y en su vértice un escudo nobiliario borrado. Todas las estatuas atienden al ciclo de la vida de la Virgen, pero la pérdida de manos y cabezas hace difícil identificar claramente a los personajes y las escenas.

¿Pero cómo se construyó esta portada? El arqueólogo vitoriano Ismael García-Gómez explica el proceso de construcción en el siglo XIV a través de varias ilustraciones que ha publicado la revista de la Catedral Santa María:

La materia prima

Una de las primeras tareas que hubo que afrontar para construir el pórtico de Santa Ana fue la de reunir toda la piedra necesaria para levantar su estructura. Hacía falta una que fuera fácil de tallar para poder hacer las esculturas, pero también tenía que ser suficientemente resistente para asegurar que fuera una obra que perdurase en el tiempo.

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Colocando los primeros sillares

El pórtico de Santa Ana se construyó justo en el único punto en que se rompieron las murallas para que, por allí, operarios y operarias pudieran acceder al patio de obra. Para asegurarse de que iban a encajar las piezas, primero se montaban en el suelo. Sólo cuando su geometría era perfecta, empezaban a izarlas para colocarlas en el sitio definitivo. A esa especie de ‘puzzle’ le llamaban ’montea’.

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Los últimos trabajos

Tanto la complejidad constructiva de la portada como la riqueza artística de las esculturas indican que fue una obra costosa realizada por personas muy especializas. Los pliegues de los ropajes, los gestos faciales o los motivos ornamentales entre otros detalles fueron esculpidos con verdadera destreza. Las obras se prolongaron durante bastante tiempo, y aunque no se sabe exactamente cuánto, los últimos estudios indican que tuvo que ser durante las décadas centrales del siglo XIV.

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