Se buscan farmacéuticos

Se buscan farmacéuticos. Las ofertas de trabajo de las farmacias (farmacias comunitarias u oficinas de farmacia) alavesas tardan cada vez más en obtener respuesta. Sus responsables se las ven y se las desean para cubrir las vacantes con rapidez, o para retener a los profesionales.

Los cantos de sirena de la industria farmacéutica, la investigación, la farmacia hospitalaria, la administración pública o la docencia son, a menudo, más atractivos que la atención al público tras el mostrador. A veces por las condiciones económicas y laborales. Pero, sobre todo, porque el desarrollo profesional está más limitado, y no siempre pueden desplegar todos sus conocimientos.

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Un fenómeno que no es exclusivo de Vitoria-Gasteiz y Álava. Está extendido por todo el país. Ni tampoco nuevo. Hace años ya que sucede, aunque últimamente es cada vez más habitual.

Más oferta que demanda

"No hay suficientes farmacéuticos desde hace tiempo. Igual muchas farmacias los buscan para cubrir bajas o con una duración temporal. Y la gente quiere cosas más estables, con puestos en los que, si asciendes, están muy bien pagados. Como la industria, que tira mucho: hay desde cosmética, química, alimentación, nutrición...", explica Beatriz.

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Farmacéutica durante varios años en Vitoria-Gasteiz, ahora regenta con su marido Enrique la farmacia Ullate de la Torre, en Bilbao. "Hace más de una década, donde yo trabajaba en Vitoria, si se quería gente a media jornada, ponían anuncios por todos los sitios y costaba encontrar", rememora.

"Existen más ofertas para trabajar en oficina de farmacia que profesionales demandantes"

No cree que sea un problema de horarios "porque hoy en día, en las farmacias, se está trabajando mucho a turnos. Y la industria en eso es parecida. Pero los sueldos son mejores". Tampoco lo achaca a un descenso de estudiantes en la carrera: "Farmacia siempre ha sido una carrera con muchas salidas y poco paro".

En el Colegio Oficial de Farmacéutico de Álava reconocen que, desde hace un tiempo, "existen más ofertas para trabajar en oficina de farmacia que profesionales farmacéuticos demandantes de empleo". Pero apuntan a que también "se está produciendo en otras profesiones sanitarias".

"No se valora la actividad profesional del farmacéutico en la oficina de farmacia"

No obstante, aseguran que, actualmente, el 75% de colegiados farmacéuticos trabaja en las farmacias comunitarias. "Es la opción mayoritaria, pero también necesita de profesionales para proporcionar los servicios que la sociedad le requiere", puntualiza. Por ello, asumen que "debemos anticiparnos y seguir trabajando para que esta modalidad continúe siendo atractiva para la profesión".

Más que un simple vendedor

Porque los intereses, al igual que los tiempos, cambian. Rosa Hernández es catedrática de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, y coordinadora del Grado de Farmacia en el campus alavés de la UPV/EHU. Reconoce que esta es una tendencia "no solo en nuestro país, también en otros países europeos. Van a la industria, a farmacia hospitalaria, otros marchan fuera a investigación y, cuando no les queda más remedio, a las farmacias".

"El alumnado ve que, como mucho, llegará a adjuntos. No pueden promocionar ni lograr un nivel superior"

¿A qué puede deberse? "No se valora la actividad profesional del farmacéutico en la oficina de farmacia. Persiste la idea de que es un simple vendedor, cuando va más allá", plantea. Y eso que, para muchas personas, son su primer recurso. Los profesionales de confianza a los que les cuentan sus problemas de salud, cómo evoluciona su enfermedad o si la medicación les sienta mal.

"La red de farmacias es un lujo", recalca Hernández. "Tener un profesional sanitario tan cercano que, ante cualquier síntoma menor, te ayuda y te recomienda el especialista médico", alaba.

Pero tal labor no siempre va de la mano del desarrollo profesional. "El alumnado ve que le van a hacer un contrato y que, como mucho, llegará a adjunto, no puede promocionar ni lograr un nivel superior", matiza.

En cambio, por ejemplo, en el hospital, los farmacéuticos son parte del equipo que evalúa al paciente y su tratamiento. "Están muy bien considerados y es una actividad en la que se sienten bien", añade la catedrática.

Farmacia asistencial sanitaria

Para revertir tal descompensación, aboga por un cambio de paradigma que impulse la farmacia asistencial sanitaria, "no muy instaurada en España". Un modelo que incluye la atención farmacéutica en el sistema de salud, donde los profesionales farmacéuticos "pueden aportar mucho porque están muy preparados".

Hipertensión, diabetes, EPOC... "En toda enfermedad se puede aportar. En su prevención y control, en pruebas de detección, con un seguimiento o al percibir un tratamiento solapado...", enumera Hernández.

Crean Safarsse, el primer sindicato de adjuntos de Farmacia en Álava

Tareas que pueden realizarse "con una estrecha colaboración con los profesionales médicos" y que ayudan a reducir "los ingresos y gastos hospitalarios y farmacéuticos". Servicios que, considera, "estimularían al alumnado a ejercer en las farmacias, porque se trataría de hacer una asistencia integral al paciente".

En ese sentido, existen campañas puntuales. Como las de Osakidetza para que las farmacias preparen el SPD (Sistema Personalizado de Dosificación). El pastillero en pacientes polimedicados, que toman varios medicamentos diarios.

"Somos muy pocos los que decidimos trabajar en farmacia. La mayoría opta por otras salidas"

Un ejemplo de servicios asistenciales en cuyo desarrollo y puesta en marcha el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Álava "continuará trabajando". También en la formación continuada. Para, de esa forma, lograr "un mayor desarrollo profesional" de quienes ejercen esta modalidad y hacerla "más atractiva a las nuevas generaciones".

Sin convenio propio en Álava

El problema para Hernández es que, tal y como está diseñado ahora el sistema, la implantación de una farmacia asistencial tiene una "aplicación compleja. Supone dedicar tiempo y personal. Pero no está reconocido, tampoco a nivel económico".

En relación al factor económico, en Safarsse, el primer sindicato de adjuntos de farmacia en Álava, plantean otro motivo más. Y que, para ellos, sí afectaría directamente a la escasez de farmacéuticos en la provincia: la falta de un convenio propio, como ya ocurre en Bizkaia y Gipuzkoa.

Los adjuntos, licenciados no propietarios de los establecimientos en los que trabajan, aseguran que sus condiciones de trabajo hacen de la farmacia comunitaria una salida laboral menos atractiva. "Somos muy pocos los que decidimos trabajar aquí, la gran mayoría opta por otras salidas y los dueños se vuelven locos, no encuentran gente ni debajo de las piedras", confirman.

Y advierten de un panorama un tanto negro si la situación no cambia: "Será muy difícil encontrar farmacéuticos para esta área". "Incluso, puede que haya farmacias que deban cerrar", concluyen.