Ertzaintza desmantela en Álava un matadero ilegal de vacas y ovejas

18 mayo, 2018

Estos animales no tenían ningún control animal y se vendían a particulares y en tres establecimientos de Vitoria-Gasteiz

La Ertzaintza ha culminado esta semana la operación Hiltegi, que ha permitido desmantelar un matadero ilegal en Ayala. En ese lugar se sacrificaban animales fuera de control sanitario y administrativo. La actuación ha posibilitado la detención de siete personas en Euskadi de las cuales, según la investigación, cinco de ellas formaban un grupo criminal.

Se les acusa de delitos contra la salud pública, contra el medio ambiente y de maltrato animal. La Ertzaintza ha contado con la colaboración de los servicios de ganadería y salud pública de la Diputación Foral de Araba y Gobierno Vasco. Según la policía autonómica la carne era distribuida principalmente entre particulares aunque una parte iba a bares y establecimientos de alimentación. Los deshechos animales iban a parar en su mayoría a una sima en el norte de Burgos. Los detenidos, de entre 32 y 59 años de edad, han sido puestos a disposición del Juzgado Nº 2 de Amurrio, quedando todos en libertad y tres de ellos con medidas cautelares.

La investigación se inició a finales del año pasado a raíz de algunas informaciones recogidas por la Ertzaintza que apuntaban a un matadero ilegal en la comarca de Aiara y a distribución sin control de carne destinada al consumo humano. El caso ha sido llevado por la Sección de Medio Ambiente y el Servicio de Investigación Territorial de Araba de la Ertzaintza. En las pesquisas ha colaborado también el Servicio de Ganadería de la Diputación Foral de Araba y la Dirección de Salud Pública del Gobierno Vasco.

El grupo desmantelado ahora llevaba funcionando unos cinco años y contaba con una explotación ganadera en la localidad Aiara, según la Ertzaintza. Además de criar ganado vacuno y ovino, el recinto era utilizado como matadero ilegal donde se sacrificaban vacas y ovejas principalmente sin los permisos administrativos ni controles sanitarios.

Ese ganado era ofrecido por propietarios de Bizkaia y Cantabria. Se trataba de animales que no tenían salida en el mercado legal y para los que buscaban un rendimiento en el mercado negro. Se estima que mataban a una media de dos vacas y veinticinco cabezas de ganado ovino por semana.

El grupo contaba con integrantes dedicados a comercialización y distribución de esa carne que en su mayoría iba destinada a domicilios particulares de Bilbao y Vitoria Gasteiz entre otras localidades. Algunos bares y establecimientos de alimentación recibían también periódicamente partidas de esa mercancía. El transporte se llevaba a cabo en vehículos particulares sin refrigeración ni las necesarias medidas sanitarias. Los desechos animales eran trasladados y abandonados en su mayoría en una sima ubicada en la zona de Peña Angulo, en el norte de Burgos.

Tras meses de investigación y seguimiento la Ertzaintza culminó la operación ayer jueves 17 de mayo. Así, en la granja se detuvo a cuatro personas: los dueños de la explotación y otros dos varones. En el momento del arresto los cuatro se encontraban dando muerte a varias ovejas.

Ese mismo día se detuvo en Vitoria Gasteiz a otro hombre, que está considerado como el encargado de la distribución a particulares de una parte de la producción ilegal. Asimismo, en Karrantza se practicaron otros dos arrestos, en este caso de hombres que, al parecer, suministraban de forma habitual ganado para ese sacrificio ilegal.

La Ertzaintza registró la vivienda de los dos principales implicados e intervino material y documentación relevante para el caso. También se inspeccionaron cuatro establecimientos donde se vendía al público esa carne ilegal: tres en Vitoria Gasteiz y uno en Bilbao. La inspección en ese último local se realizó con la colaboración del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao.

Los siete arrestados han pasado hoy viernes a disposición judicial, donde se ha decretado su puesta en libertad y tres de ellos con obligación de presentarse periódicamente en dependencias judiciales. Los implicados cuentan con edades de entre 32 y 59 años, tres de ellos con antecedentes, uno de 43 por violencia de género, hurto y quebrantamiento de orden de alejamiento, otro de 48 por amenazas, violencia de género y maltrato animal y un tercero de 59 por amenazas, agresiones y daños.

La Ertzaintza mantiene la investigación abierta.