La mezquita de Zaramaga es legal

El ayuntamiento se sobrepasó en sus atribuciones al frenar la licencia de obra de la Mezquita de Zaramaga. El Defensor del Pueblo Vasco critica en un informe que el consistorio no se haya ajustado a la normativa urbanística y medioambiental para conceder la licencia de apertura a la mezquita de Zaramaga. Además, lamenta que se presuponga que se va a incumplir la legislación sobre aforo en espacios cerrados.

Y es que la suspensión de esta licencia se debía, según el PP, a la probabilidad de que el recinto acoja en un futuro un mayor aforo del permitido inicialmente. Maroto, al igual que los vecinos, han insistido en que Martín Olave no era la ubicación más adecuada para su instalación.

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Pero el informe del Ararteko asegura que el ayuntamiento no podrá presuponer el incumplimiento futuro de una ilegalidad, sino que lo que debe hacer es encargarse de velar por el cumplimiento de la legalidad una vez que el local esté en funcionamiento.

La apertura de centros de culto no está sujeta a más restricciones que las previstas en la legislación urbanística y medioambiental para garantizar un adecuado control de la seguridad de sus usuarios y evitar las molestias que puedan ocasionar a terceros, según denucnia el informe.

Problema urbanístico

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Fernando Cuesta, presidente de la Asociación de Vecinos Iparralde Zaramaga, recuerda que los vecinos "nunca han estado en contra de este tipo de culto, sino que creían que era un espacio pequeño, con aceras estrechas" para acoger una mezquita.

Sin embargo, el informe asegura que "el Ayuntamiento debe limitarse al control previo previsto en la legislación urbanística y medioambiental que regula la adecuación del proyecto a las normas urbanísticas, a las previsiones de seguridad y de aforo en las edificaciones y a la evitación de molestias a las personas que residen en el entorno". Es en estos últimos puntos en los que se sustentó la decisión del PP de paralizar la licencia de obra otorgada por el gobierno socialista.

El Ararteko reconoce, no obstante, la necesidad de que el ayuntamiento intermedie entre los promotores de la actividad y los vecinos del barrio para "permitir el legítimo desarrollo de la actividad sin afectar o molestar a terceras personas".  Pero al mismo tiempo advierte de que "en ningún caso la mediación debe cuestionar el libre ejercicio de los derechos de los promotores de la actividad a la apertura de nuevos centros de culto".

La intermediación puesta en marcha desde el consistorio tuvo sus frutos en los últimos meses, con diversas propuestas de nuevas ubicaciones. Sin embargo, desde la asociación Iparralde Zaramaga lamentan que, tras plantear la alternativa de los vestuarios de La Vitoriana, surgieron reacciones racistas y "altisonantes", algo que no había ocurrido en la zona de Martín Olave. Y es que Fernando Cuesta insiste en que los vecinos veían ahí "un problema urbanístico, no de convivencia".

Por cierto que el presidente de la Asociación de Vecinos de Zaramaga responde a las acusaciones de Patxi Lazcoz, quien en GasteizHoy acusaba al presidente de la plataforma de haber incendiado Zaramaga. Cuesta pide al ex alcalde que no piense que los vecinos son "fácilmente manipulables, porque ellos lo organizaron todo, y yo lo único que hice fue convocar en su nombre una manifestación, así como ponerme en contacto con el ayuntamiento para trasladarles las quejas".

Sea como fuera, las quejas tuvieron su efecto, y por el momento no habrá mezquita en Martín Olave. Mientras tanto, el Gobierno Vasco sigue impulsando la Ley de Espacio de Culto. Todo sea por garantizar el acatamiento de la ley y la búsqueda de la convivencia en una ciudad cada vez más diversa.