La Plaza de España tiene dueño los domingos: los cromos

9 abril, 2018

El intercambio de cromos sigue a la orden del día cada mañana, incluso por dinero

Es una lluviosa mañana de domingo en Vitoria-Gasteiz. El Centro de la ciudad, aún con gente tomando su vermut, no tiene mucha actividad. A excepción de un lugar. Los soportales de la Plaza de España están a rebosar, sin prácticamente dejar paso por la entrada de la Virgen Blanca. ¿El motivo? Los cromos de toda la vida.

Y es que por muchos smartphones y consolas que se inventen, parece que el intercambio de cromos nunca va a pasar de moda. Los pequeños (y no tan pequeños) se siguen pirrando por ir al quiosco a comprar nuevos sobres de su colección, con la esperanza de que les toque su jugador (o cromo) favorito.

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La colección de La Liga Adrenalyne XL es la más popular con diferencia.

Para completar aquellos que se les resisten se juntan sobre todo en la Plaza de España todos los domingos, aunque también hay encuentros de intercambio de cromos en otros sitios, como en la plaza Zumaia de Lakua.

  • El fútbol sigue siendo el rey

No hay duda, la de La Liga es la reina de todas las colecciones. De todos los fanáticos de los cromos que se reúnen cada domingo en la Virgen Blanca, no sería exagerado decir que el 95% de ellos hacen la colección anual de fútbol.

También se ven otras colecciones de cromos como la de Invizimals, la película de animación Coco o la de muñecas de Gorjuss, pero son clara minoría ante el deporte rey. Incluso algún madrugador ya ha empezado a hacer la colección del Mundial de este verano, que ya han empezado a regalar en los colegios.

Dentro de las colecciones futbolísticas, la que triunfa con diferencia es la llamada Adrenalyn XL, por encima de la colección oficial de Este (ambas de Panini). Este sigue la forma tradicional de stickers (cromos-pegatina), pero Adrenalyn XL está orientada más a las cartas coleccionables por su variedad y características, dado que también existen reglas para jugar con ellas.

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Así están los soportales de la Plaza de España un domingo a las 12:00.

Completar esta colección no sale barato. Está compuesta por 469 cromos diferentes, a euro por sobre en el que vienen 6 ejemplares. "Nosotros ya hemos completado la colección", comentan orgullosos Xabier y Alai. Un gasto que los padres permiten porque debajo de estas cartulinas los niños tienen una excusa para socializar, interactuar y aprender a negociar entre ellos.

Por los cromos básicos se suelen pagar 20 céntimos, pero por algunos están cobrando hasta 10 euros

En Vitoria-Gasteiz los más cotizados son los jugadores del Deportivo Alavés, como no podía ser de otra manera, junto con las estrellas habituales. "Yo ya me pierdo. En mis tiempos o tenías un jugador o no lo tenías. Ahora muchos de ellos aparecen más de una vez en la colección. Está la versión normal, la versión brillante, la versión Balón de Oro...", comenta uno de los padres de los pequeños.

  • Compraventa de cromos, ¿moral o inmoral?

Con el surgimiento de esta mezcla entre colección de cromos y juego de cartas, el cambiar cromos repes por dinero también ha ganado popularidad. Como hay diferentes versiones de los jugadores, también es más fácil que toquen unas más que otras. "Por los cromos básicos se suelen llegar a pagar unos 20 céntimos, pero están cobrando hasta 10 euros por la versión Balón de Oro. Nosotros no hemos llegado a pagar tanto, pero si quieres completar la colección no te queda otra que comprar", explica uno de los padres, Álvaro Sáenz.

Incluso algunos montan pequeños puestos ambulantes en mitad de la plaza, con varios archivadores llenos de cromos exclusivamente para vender. Se forman colas tras ellos, preguntando por algún número en concreto. El vendedor asigna un precio y el comprador decide si pagar la cantidad o no. De esta manera, se producen situaciones de regateo al más puro estilo mercadillo.

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No puede faltar la clásica lista con los cromos restantes. Incluso algunas colecciones ya vienen con libreta para apuntarlos.

A la madre de uno de estos jóvenes coleccionistas la compraventa de cromos no le parece algo adecuado, en el caso de los más pequeños. "Es importante que ellos compartan y aprendan a intercambiar. Tiene que ser una operacióm en la que ellos puedan disfrutar. Cuando se mete el dinero en medio ya no me parece ético para los chicos. Se convierte en un negocio", protesta Pili Bermejo.