Cromo a cromo, la tradición cambia de manos en Vitoria

Dicen que aquel que no ha ido nunca un domingo a la Plaza de España a cambiar cromos no ha tenido infancia. Nadie recuerda de cuándo viene esta tradición, que aún continúa, con más fuerza en unas épocas que en otras. Ahora, con la Liga de Fútbol recién comenzada, son los astros del balompié quienes protagonizan la mayoría de los intercambios de cromos. Decenas de niños, padres y mayores buscan en los corros de la Plaza esos cromos que faltan para completar su álbum.

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Panini sigue siendo el amo en esto de las colecciones, eso no ha cambiado. Tampoco la forma de adquirir los primeros cromos. En Kioskos, panaderías o tiendas de chuches se venden los sobres de seis cromos a sesenta céntimos. Una vez conseguida parte de la colección, y con un buen taco de ellos 'repes', toca ir a cambiarlos. En los corros de la Plaza de España los futbolistas se entremezclan con los Animales, otra colección, también de Panini, centrada en la fauna terráquea.

Y aunque en un principio son los más pequeños de la casa los que gestionan sus colecciones, uno nota rápidamente que la emoción es casi mayor en los padres. Así lo reconoce Mikel, quien acompaña a su hijo en la búsqueda de los cromos.

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Son los padres y las madres quienes llevan apuntado en una lista (en ocasiones listas hechas a ordenador o en otras en un simple papel similar a la lista de la compra) los cromos que faltan. Los pequeños no la necesitan. Saben perfectamente qué cromos les faltan.

Rubén, que ya dejó hace años atrás la adolescencia, sigue siendo un asiduo a estos encuentros. Es el punto de encuentro de aficionados a las colecciones, y entre ellos suelen llegar a acuerdos y se reservan los cromos para ayudarse mutuamente a completar la colección. Y ello pese a que, en este caso, Panini te ayuda a completar la colección si pides por internet los últimos cromos, los más difíciles, esos que sabes que este domingo tampoco van a aparecer.

Este domingo los más solicitados no son, ni mucho menos, CR7, Messi o Puyol. Los que no aparecen por ningún lado son Lafita del Getafe y Pedro Ríos, Michel y Ángel del Levante. Todos los quieren, y pocos parecen tenerlos. Erik está a punto de acabar la colección, sólo le faltan los cuatro 'malditos'. Su madre se resigna y asegura que "habrá que pedirlos a Panini".

Aunque la mayoría los cambia, también hay quien compra o vende cromos repetidos. Es el caso de un jubilado que acude todos los domingos a las 10 de la mañana simplemente para vender sus cromos entre quienes lo deseen. Con su 'stand' colocado en la barandilla de la Plaza de España, los interesados le rodean durante toda la mañana, hasta que acaba vaciando los 20 tacos que traía, uno por cada equipo de fútbol. La mayoría de las ventas se hacen al precio establecido, aunque hay quien quiere hacer negocio y busca beneficio de la venta.

El intercambio de cromos en Vitoria también traspasa fronteras. Gonzalo, por ejemplo, viene desde Pamplona con la colección de su hijo. Allí no se producen estas reuniones y es la opción para poder terminar la colección.

A las 13:30 los coleccionistas aprovechan los últimos coletazos, tras más de tres horas de corrillos. Para Ibai hoy ha sido una buena jornada. Ha logrado muchos y, a falta de los 'colocas', tiene cada vez más cerca el final de la colección.

Porque los 'colocas' son esos cromos que uno nunca sabe cuándo van a salir. Esos cromos que han salido en ediciones posteriores, fruto de los últimos fichajes de los equipos. Una forma más de tener enganchados a los coleccionistas. Los Colocas además no tienen un puesto fijo en el álbum y uno no sabe cuándo podrá tenerlo.

Los "colocas" son los cromos preparados para los más aficionados. El resto se conforma, por ahora, con completar la colección básica. Y para ello la cita vuelve a ser el próximo domingo en la Plaza de España. Un lugar que, por cierto, también tiene su encanto con el 'rastro' ubicado en el interior de los arquillos. Pero de eso ya daremos cuenta la semana próxima...