Alcalde y diputado general visitan Mercedes y denuncian la "demonización del diésel"

14 febrero, 2019

Urtaran y Ramiro González se reúnen con Emilio Titos en un encuentro insólito tras las últimas paradas que ha tenido que realizar la planta por la caída en las ventas.

El alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, y el diputado general de Álava, Ramiro González, han visitado esta mañana la factoría de Mercedes-Benz en plena crisis por el futuro del diésel. El pasado lunes UGT denunciaba que el pasado año se perdieron cerca de 800 empleos en Mercedes.  González y Urtaran se han reunido con Emilio Titos tras conocerse las últimas paradas con cargo a bolsa decretadas por la fábrica.

La fábrica de Mercedes Vitoria genera el 4,9% del PIB vasco y tiene una plantilla de 5.000 personas. El acto ha sido, según las instituciones, "un acto de apoyo al sector alavés de la automoción ante las repercusiones que la crisis del diésel está generando, tanto a nivel de actividad productiva como de generación de empleo".

Ejemplos de adaptación al nuevo escenario son la llegada al mercado del modelo eVito con propulsión eléctrica, así como el inicio de la instalación de una nueva generación de motores de bajas emisiones.

La planta gasteiztarra es la sede de producción de furgonetas más antigua en Europa continental, acumulando la producción de más de 900.000 unidades de la Mercedes-Benz Vito y la Clase V. Cuenta con una superficie cercana a los 600.000 m², de los que 257.000 m² se destinan a la producción, con un modelo de trabajo de hasta 700 vehículos al día, producidos en tres turnos.

Ambos líderes institucionales han subrayado el papel crucial de Mercedes-Benz en el tejido industrial del territorio y la ciudad y en la internacionalización de nuestra economía, además de su carácter tractor del mercado laboral mediante la creación de empleo estable y de calidad. Una posición estratégica y un liderazgo que no se cuestionan, pese a la coyuntura de descenso de producción de los últimos meses.

"El cambio de las normativas de homologación de emisiones, unido a otros factores de carácter global, está generando una situación de incertidumbre en el sector que afecta al mercado". El año 2018 se ha cerrado con 146.000 unidades fabricadas frente a la previsión de 160.000 que se fijó a comienzos del ejercicio, lo que sitúa el balance final por debajo del récord de 150.000 unidades alcanzado en 2017.

Ante esta situación, tanto Ramiro González como Gorka Urtaran han recalcado la necesidad de evitar mensajes de incertidumbre que afecten a una industria a la cabeza de la economía alavesa. “Nuestro mensaje tiene que ser de confianza y seguridad. Es importante que reconozcamos la necesidad de evolucionar hacia otras formas de energía; pero tenemos que ser conscientes de que hay que compatibilizar esa necesidad con la responsabilidad de mantener la estabilidad de nuestra primera industria y no perder la competitividad. Por lo tanto, dicha transición ha de ser acordada con Europa”, han coincidido.

Urtaran asegura que se está demonizando de forma injustificada al diésel

Tras la reunión con el director y una posterior visita por diferentes secciones de dicha planta, el alcalde de Vitoria-Gasteiz ha señalado que "En Vitoria-Gasteiz hacemos unas furgonetas que representan la calidad, la excelencia en su producción y el compromiso de una plantilla de 5.000 personas por dar lo mejor. En estos momentos se está demonizando de forma injustificada al diésel. Los avances tecnológicos y la normativa Euro 6 hacen que esos motores sean tan sostenibles como los de gasolina en cuanto a emisiones. Estamos en plena transición hacia energías renovables, pero hay espacio para que convivan todas las energías".

Ramiro González ha pedido que la transición del diésel hacia otro tipo de alimentación tiene que ser “responsable, acordada, armonizada y que no ponga en riesgo nuestra principal industria, la del automóvil. Además, tiene que hacerse no a nivel vasco ni español sino, como poco, a nivel europeo, para poder mantener la competitividad de las empresas. No se puede perder la competitividad que, eso sí, tiene que conjugar la sostenibilidad tanto medioambiental como económica”.