El Polígono de Gamarra se reconvierte entre edificios y naves abandonadas

2 abril, 2018

Portal de Gamarra acoge cada vez más comercios y servicios, mientras en calles como Artapadura y Avenida del Zadorra hay numerosos solares o edificios abandonados

Vitoria-Gasteiz y el Gobierno Vasco han apostado en los últimos años por la expansión de polígonos industriales como Júndiz. Un suelo de propiedad pública que promocionan a través de Gilsa. Sin embargo, más cerca de Vitoria otro polígono industrial busca desde hace un tiempo su reconversión hacia los servicios: es el polígono de Gamarra.

Este polígono, junto con el vecino de Betoño, es el más antiguo de Vitoria-Gasteiz. Aquí se ubicaron empresas históricas como Lea (Lascaray), Kas, Forjas Alavesas, Gamesa, Michelin, Cegasa, Forjas Alavesas o Arregui. De hecho en los años 60 esta zona fue clave para el crecimiento y desarrollo industrial de la ciudad.

Gamarra y Betoño en 1998, con Sidenor y la fábrica de Juan Arregui

Gamarra y Betoño en 1998, con Sidenor y la fábrica de Juan Arregui

Algunas de estas fábricas pasaron a la historia o se trasladaron a otras zonas, dejando paso a espacios como el Centro Comercial El Boulevard (Sidenor), el tanatorio Vitoria-Gasteiz (Kas) o un Mc Donalds y naves en el caso de la empresa del difunto Juan Arregui (donde hubo incluso una colección de animales disecados).  La evolución en el polígono es constante, apoyado en su mayor cercanía a la ciudad.

  • Michelin como referencia

Michelín es la mayor empresa del polígono, y convive con otras 400 empresas, solares no edificados y edificios vacíos o en ruinas. La nave logística de Eroski, el gran edificio de Cegasa o el histórico edificio de Embutidos Gorbea (que podría acoger un supermercado Lidl si el Ayuntamiento recalifica el espacio) son algunos de estos espacios que, a día de hoy están abandonados o en riesgo de abandono. Espacios que son utilizados por grafiteros o por jóvenes que quieren practicar Urbex.

Según los datos del Ayuntamiento existen 10,3 hectáreas de solares sin actividad (en otras 97 hectáreas sí hay actividad). Hay igualmente otras dos hectáreas de solares sobre los que no hay edificación alguna. El Ayuntamiento no es propietario de ningún terreno sin uso en Gamarra, remarcan desde el departamento de Promoción Económica.

En muchos casos el mayor problema para la reconversión de estos terrenos está en la necesaria descontaminación del suelo, que en algunos casos puede tener un coste que encarece cualquier operación: los propietarios prefieren dejar el terreno sin uso que invertir en la descontaminación.

Según datos del Ayuntamiento, en Gamarra y Betoño hay unas 400 empresas que ejercen actualmente su actividad. Entre las principales de Gamarra están Aernova, Michelin o Lascaray, pero también hay otras empresas como Onaindia, Autobuses Arriaga o Fortaleza, por mencionar tan sólo unas pocas. Los productos que se fabrican en este polígono llevan además un olor muy reconocible a Zaramaga cuando sopla el Norte.

  • Comercio en Portal de Gamarra

En los últimos años destaca el aumento de empresas que trabajan en pabellones adosados: naves de varias empresas que se levantaron tras el derribo de algunas fábricas previas: un intento de promotores privados por aprovechar los terrenos y rentabilizarlos.

Los datos de 2012 establecen que el 38% de las empresas de Gamarra-Betoño se dedican a la industria, otro 35% al comercio, hostelería y transporte, y otro 18% a servicios a empresas. No obstante en los últimos años esta tendencia sigue transformándose, hacia un aumento en los servicios y un descenso de la industria.

Otro cambio importante se da en Portal de Gamarra. Esta calle acoge desde hace unos años supermercados, tiendas de muebles, concesionarios, talleres y otro tipo de comercios que han convertido esta calle en una zona de servicios. En el lado contrario está Artapadura: numerosas empresas y naves vacías se suceden en una calle que utilizan a diario cientos de vehículos. En Gamarra se encuentra también el Archivo General de Euskadi, casi oculto en medio de estas naves industriales.

Desde las instituciones siguen apostando por la promoción de sus polígonos industriales, pero mientras los terrenos sean privados las actuaciones sólo se podrán limitar a garantizar la seguridad y el correcto mantenimiento del espacio público.