Los primeros hoteles de Vitoria: Savoy, Frontón, La Antonia y Jauregui
Vitoria-Gasteiz se aprovechó de su posición estratégica para construir diferentes hoteles, aunque hasta los 60 la mayoría eran de un concepto antiguo
Hace más de sesenta años la mayoría de los hoteles para visitantes que existían en Vitoria-Gasteiz respondían a un concepto más bien antiguo.
Entre las pensiones se encontraban algunas como la Pensión Savoy en Prudencio Maria Verástegui, junto a la antigua estación de autobuses. También estaba La Antonia, derribada a finales de la década de los setenta y que hoy da nombre a la rotonda donde estaba. En la Calle Diputación encontrábamos la Fonda Elguea.
Para el público más pudiente destacaban varios hoteles como el Páramo, situado por aquel entonces en la calle Postas, antes de su traslado a la calle General Álava en la década de los sesenta. El Hotel Francia estaba en la calle Dato, el Hispano y Jauregui en la calle Florida (Carlos VII).
Pero el de mayor renombre fue el Hotel Frontón: situado en la calle San Prudencio y donde artistas y toreros famosos se hospedaban durante las fiestas de la Virgen Blanca.
- Hotel Canciller Ayala
Sin embargo, en 1957 varias familias vitorianas vieron la necesidad de dotar a la ciudad de un hotel acorde con los nuevos tiempos. El resultado de aquella voluntad fue el Hotel Canciller Ayala, el primer hotel moderno de la ciudad.
Sus diez plantas se levantaron en donde antes había habido un sencillo chalet, entre la Florida y el paseo de la Senda. Con una estética muy acorde con aquellos años, contaba con restaurante y garaje con aparcacoches. Tenía baño y teléfono en sus 200 habitaciones. Todo un lujo en la época, si tenemos en cuenta que solo el 5% de la población tenía teléfono por aquellas fechas. El 6 de julio de 1958 tuvo lugar la inauguración y bendición del hotel Canciller Ayala.
En la década de los sesenta se siguió el camino en la modernización de las instalaciones hoteleras de la ciudad. La situación estratégica de Vitoria-Gasteiz en la carretera N-1 y el crecimiento de la ciudad obligaba a ofrecer nuevos alojamientos a quienes tenían que permanecer en la ciudad para hacer una parada en el viaje o por motivos profesionales durante un periodo de tiempo más o menos largo. Para resolver estas necesidades surgieron dos nuevos hoteles a mediados de la década.
El primero el Hotel Iradier, en Arcaute, que estuvo en funcionamiento hasta que el edificio pasó a formar parte de la academia de la Ertzaintza a principios de la década de los ochenta. Aun hoy se puede ver el edificio que mantiene su aspecto casi intacto si uno pasa por el antiguo trazado de la N-1.
El segundo hotel, el General Álava, inaugurado en mayo de 1965 venía a dar respuesta a la necesidad de cubrir una oferta intermedia entre el Canciller Ayala y los antiguos hoteles de la ciudad. El Hotel General Álava contaba con 105 habitaciones, dos comedores, bar americano, peluquería y salón de belleza, sala de fiestas y galería comercial.
El proyecto surgió por iniciativa de 27 vitorianos y junto con el hotel se incluyó la construcción de 45 apartamentos inaugurados poco después para completar la oferta de alojamiento, así como una gasolinera.
Durante la década de los sesenta y setenta también abrieron otros alojamientos de menor categoría pero que modernizaban la oferta de alojamientos de la ciudad como La Bilbaína, el hotel Achuri o el Desiderio, al tiempo que desaparecían antiguas pensiones y hoteles.
En 1978 se inauguró el parador de Argómaniz, cuyo proyecto se fue demorando durante casi toda la década. Con este nuevo alojamiento Álava entraba en el grupo de provincias que contaban con un alojamiento de la red nacional de Paradores iniciada en tiempos de Manuel Fraga como ministro de Turismo. Los paradores buscaban aunar un entorno privilegiado, como es el del palacio de los Larrea donde descansó Napoleón, con unas instalaciones modernas.
Ya en los ochenta, el hotel Gasteiz amplió la oferta de plazas de cuatro estrellas, hasta la fecha monopolizada por el Canciller Ayala. En 1993 llegó el Hotel Ciudad de Vitoria. Con la mejora de las comunicaciones y el progresivo posicionamiento de Vitoria-Gasteiz y Álava en el mercado turístico, desde finales de la década de los noventa y sobre todo en los años 2000 se produce una importante expansión en el número de hoteles. La llegada de cadenas nacionales e internacionales en la gestión de hoteles nuevos y ya consolidados, así como la apertura del Gran Hotel Lakua en 2002, primer hotel de cinco estrellas de la ciudad, fueron completando la oferta hotelera en la ciudad.
Hoy en día, antes de que la actual crisis sanitaria afectase de lleno al sector hotelero, estaban en proceso nuevos establecimientos: apartahotel en la plaza del Renacimiento, otro en el Bulevar de Euskal Herria, la reforma del antiguo Barceló Gasteiz y el nuevo uso del chalet Alfaro entre otros.