Patxi, el alavés que casi gana un reality de TV por una apuesta

15 mayo, 2022

El vitoriano, que quedó finalista en El Bus, de Antena 3, es de los pocos alaveses que ha concursado en un reality nacional

Abril del año 2000. Todo el país arde con un programa que revolucionaría la historia de la televisión. Gran Hermano inauguró el camino de la telerrealidad que, a lo largo de dos décadas, otros han recorrido con más o menos fortuna.

En Vitoria-Gasteiz, en un rincón del restaurante Itxas Berri, en el barrio de Arana, un joven de 25 años observa la pantalla rodeado de su cuadrilla. Entre risas, bromas y cervezas, les apuesta que se presentará al próximo reality que se emita, porque "doy el perfil". Dicho y hecho. En septiembre de ese mismo año, ante el asombro de muchos, Patxi Gallego era el que aparecía a diario en antena.

Y lo hacía en El Bus, un reality con el que Antena 3 quiso emular, sin éxito, la audiencia de Gran Hermano. Su idea era montar una casa de Guadalix sobre ruedas, y cada semana visitar un lugar pintoresco de la geografía nacional.

Carátula reality El Bus

"Las amistades y la familia se quedaron sorprendidos, nadie se creía que un chavalote del barrio hubiera llegado ahí", rememora dos décadas más tarde Patxi. Ostenta el galardón de ser de los pocos alaveses en participar en un reality de la televisión nacional. Aunque ninguno ha conseguido nunca aparecer en alguno de los más famosos: Gran Hermano, Masterchef u Operación Triunfo.

Su carácter chistoso y su gusto por la comedia y el humor le auparon en el casting. "Soy abierto, dicharachero, el graciosete de toda cuadrilla de amigos", reconoce.

"El proceso de selección fue muy duro, aunque lo disfruté casi más que el reality"

Todo un as en la manga para superar un proceso de selección "muy duro". "A mí me gustó casi más que el reality", admite. La primera etapa consistió en un test multi respuesta. "Con ellos buscan unos perfiles determinados y, cuando los tienen, si te eligen, empiezas los casting", narra. Diversas pruebas en las que les pedían, entre otras cosas,  que simularan estar en un circo o en una isla desierta.

Patxi Gallego reality El Bus
Patxi Gallego, a la derecha, durante su paso por El Bus.

"Fuimos primerizos, nadie se preparaba el papel", confiesa este mago de vocación. Todo lo contrario que ahora. "Cogen a mucha gente televisiva para que tenga tirón, es más reclamo que otra cosa. Antes no existía eso. Éramos gente anónima que tenía que dar mucho juego porque si no, no subía la audiencia", razona.

Uno de los cuatro finalistas

Y él lo hizo. De los 61 días que permaneció en el programa, fue al que más veces votó la audiencia para disfrutar de unas horas fuera del autobús. "Por el formato, cada semana echaban a unos y entraban otros. Yo entré a la tercera semana y ya estuve hasta el final. Cada fin de semana, si eras el más votado, podías ir por la ciudad en la que estuviéramos a comer en algún restaurante y dar una vuelta. Fui el que más veces salí", añade sonriente.

No solo eso, sino que obtuvo el récord de permanencia en el vehículo y quedó entre los cuatro finalistas. El resultado, un premio de 1.915.000 pesetas, unos 11.500 euros actuales. ¿Cómo lo consiguió? "Mi papel era el de un tío chistoso, gracioso, que no me meto en conflictos ni peleas. Cogieron al equilibrador. Buscaban a alguien con muchas vivencias, y yo tenía carrete, hablaba mucho. Lo pones en una coctelera con un poco de humor y... a la final", detalla.

Patxi Gallego El Bus finalista
Patxi, al recibir parte del premio por llegar a la final.

Tanto es así  que uno de los responsables de la productora del programa, GestMusic Endemol, le confesó a Patxi que, si por él fuera, "habría ganado el concurso, porque fui el que más audiencia les dio. Pero también me comentó que en la tele vas a perder o a empatar, no a ganar, porque para ganar estaban ellos. Y yo empaté".

"Ahora no volvería ni loco. Tengo buenos recuerdos, pero no me aportó nada"

Guarda buenos recuerdos de esa etapa y amistades como Xavi o Sonia, la ganadora. Hace un año, incluso, se reencontraron a través de redes sociales y crearon un grupo donde todos los participantes mantienen el contacto que algunos habían perdido. "El formato estuvo bien, pero no tuvo pegada o no lo supieron realimentar", admite.

Patxi Gallego El Bus reality
Patxi Gallego, en el último programa del reality.

Confiesa que, pese a haberlo pasado bien, "no volvería ni loco". "No por nada en especial pero, ¿qué me ha aportado? Visto desde ahora, nada. Y te das cuenta de que tampoco vales para la televisión, al menos en aquellos años. Lo agradezco, porque entrar en un reality actual y luego la vorágine de programas alrededor... Hay que valer para criticar, tener estómago", reconoce.

"A mí no me ha servido para nada, ni me ha abierto puertas. Y a mis compañeros tampoco. Al final, en la tele eres un producto, cuando interesa te utilizan y cuando no, no. Pero como sucede en la vida misma", razona.

Pocos alaveses en los reality

También recuerda con cierto agobio los momentos de fama nada más salir del programa. "Entraba a un McDonald, al súper o al bar y la gente te reconocía y pedía autógrafos, no podía salir a la calle. Tenía a los medios pendientes; tuve la suerte de inaugurar varias discotecas y pagaban bien por no hacer casi nada", señala. "Parecía que era una súper estrella y no éramos nadie, como quien dice. Solo una imagen que entraba en sus casas a diario. Y eso dura lo que dura", añade.

Es consciente de ser uno de los pocos alaveses que ha participado en un reality nacional y llegado a la final. ¿A qué puede deberse? "La gente sí que se presenta, yo conozco gente que ha llamado a algunos, pero es muy difícil dar el perfil. Ahora buscan personas muy conflictivas, que a la mínima estén en discordia... Quieren el enfrentamiento, que no te calles", indica.

Nada más lejos del carácter de aquel joven Patxi Gallego "que no había salido de su barrio y para el que aquello era la pera limonera". Ahora, con 48 años, casado y con dos hijos (una de 14 y otro de 12), la perspectiva cambia. "Me hace gracia cuando la gente dice que un reality es la mejor experiencia de su vida. Hoy por hoy, diría que ni de coña, he vivido cosas veinte veces mejores. Es una experiencia más en la vida que ahora mismo no volvería a repetir", insiste.

mago Patxi reality El Bus
Cartel de uno de los espectáculo del mago Patxi.

El famoso mago Patxi

De lo que no se cansa es de la magia, que le ha acompañado "desde siempre". El mago Patxi se formó en la asociación Magialdia, donde se especializó en magia familiar y de calle. Un mundo que, desde hace 18 años, le ha dado grandes alegrías, y donde ha triunfado internacionalmente. En 2019 fue campeón mundial de magia de calle en el prestigioso Master of Magic. Gesta que podría repetir el próximo mes en Italia.

mago Patxi reality el bus
El mago Patxi tras ganar el Masters of Magic.

Su hobby le ha llevado a viajar y recorrer mundo, intentando siempre hacer reír y disfrutar al público. Una peluca, unas gafas de piloto o un sombrero lleno de lentes le identifican con los diferentes personajes de sus espectáculos. Shows donde recrea un ambiente de ilusión y magia, con mezlca de humor y teatro para despertar la carcajada.

"Desde que empiezo a preparar un truco hasta ejecutarlo, pasan dos años de trabajo"

Mago Patxi reality El Bus

Números como el escapismo al estilo Houdini y trucos con billetes, monedas o móviles causan sensación."Desde que empiezo a preparar un truco hasta que lo ejecuto, pasan dos años de trabajo. Y en la calle dura diez minutos", desvela Patxi. La magia es su pasión y así lo transmite a la gente. "La de calle es una modalidad complicada, hay que atrapar la atención y enganchar para que no se aburran y se vayan", recalca.

Pero, una vez más, demuestra desenvolverse como pez en el agua y, como ya ocurriera en el reality, su carácter jovial, dicharachero y vacilón le hacen triunfar.