Recetas contra el desempleo: 'Minijob'

3 abril, 2012

La tasa de paro no da tregua. Su incremento parece imparable y las recetas aprobadas por el PP de momento no parecen curar este mal que sufre España y que comienza a ser ya una enfermedad crónica. Mientras tanto, algunos de nuestros países europeos están consiguiendo mantener e incluso reducir las cifras de desempleo, una […]

MinijobLa tasa de paro no da tregua. Su incremento parece imparable y las recetas aprobadas por el PP de momento no parecen curar este mal que sufre España y que comienza a ser ya una enfermedad crónica. Mientras tanto, algunos de nuestros países europeos están consiguiendo mantener e incluso reducir las cifras de desempleo, una cuestión que hace reflexionar acerca de la posibilidad de que en España algo no funciona más allá de la crisis. Entre los remedios que se nos propone desde Bruselas, realmente preocupada ya con la situación de España, se encuentra la contratación parcial como es el caso de  los ‘minijobs’ de Alemania. No obstante, cabría preguntarse si esta fórmula es realmente una solución a nuestro drama o simplemente un parche que maquilla los datos reales para que la foto económica de España sea más bonita.

Lo cierto es que los datos son devastadores y la cosa no pinta mejor. Según los últimos datos del Ministerio de Empleo que reflejan la situación a marzo, el número de ciudadanos sin empleo en España era 4.750.867, un 23,7%,  su nivel más alto en toda la serie histórica comparable. Y la situación no mejora demasiado si miramos hacia Europa, donde el retroceso económico impacta de lleno en el mercado laboral con un incremento del paro, cuya tasa se sitúa en el 10,8%, aunque bien es cierto, que gran parte de la culpa de este aumento la tiene España, que contribuye con fuerza a este empeoramiento. En concreto, la mitad de los nuevos parados registrados en marzo se contabilizaron en España.

Bruselas muestra una gran preocupación ante estas cifras demoledoras y alerta de que España sufre el riesgo de un mayor deterioro económico si los datos siguen en aumento, cosa probable según las  previsiones del Gobierno que, según refleja el cuadro macroeconómico de los Presupuestos Generales del Estado, prevé que este año la tasa aumente hasta el 24,3% : 5,6 millones de personas sin trabajo.

Se trata de unos datos que explican por sí solos la urgencia de una transformación que ayude a poner fin a este drama que supone el paro.

En este sentido, el gobierno del PP ha recetado varias medidas englobadas en la Reforma Laboral, que según los últimos datos de paro parece que todavía no ha logrado su cometido bien porque todavía el medicamento no ha tenido tiempo para hacer su efecto, bien porque no es el medicamento adecuado para esta enfermedad o bien porque no es suficiente.

Antes esta situación, está claro que es necesario introducir propuestas que favorezcan la contratación. En este sentido, una de las fórmulas que se deben estudiar, según coinciden expertos económicos, es el trabajo a tiempo parcial, una modalidad de eficacia probada en algunos países europeos como Alemania, con la fórmula de los ‘minijobs’, un país que ahora mismo sirve de ejemplo de buena marcha económica con unas cifras de paro envidiables para España, al menos a primera vista.

¿Qué son los 'minijob'?

Se trata de contratos de baja remuneración y máximo quince horas semanales de trabajo que funcionan en el país germano desde 2003. En Alemania no está regulado el salario mínimo interprofesional y un contrato de este tipo cuenta con un salario de unos 400 euros al menos, aunque el trabajador no paga impuestos y puede hacer de forma voluntaria aportaciones a los sistemas sociales.

En la mayoría de los casos, el empleado añade el 4,5 % de los ingresos a la cuota del 15% que paga el empresario al seguro de pensiones. Asimismo, la empresa abona el 2% a Hacienda y el 28% a la Seguridad Social; el 15% al seguro de pensiones y el 13% al de enfermedad. Así pues, en total la parte contratante termina pagando por trabajador un total de unos 120 euros. A cambio, el empleado tiene derecho a vacaciones pagadas, bajas por maternidad y enfermedad, además de a los de despido. En los casos en los que tienen hijos a su cargo o se acogen a otras condiciones, tienen derecho a una ayuda social que completa estos ingresos.

En todo caso, son empleos para los que no se requiere cualificación y casi ninguno lo considera como un empleo permanente, sino como un contrato puente hacia otra ocupación en el futuro.

Se calcula que en Alemania unos siete millones de trabajadores están adheridos a este tipo de contrato laboral un tanto precario, es decir, el 25% de los empleados alemanes mientras su tasa de paro se encuentra en el 7,2% con 3,028 millones de parados. Claro, que si sumamos los 7,3 millones de empleados con el régimen laboral mencionado, el número de trabajadores desempleado se dispara....No es oro todo lo que reluce.

Este tipo de contratos sufre una doble penalización: en primer lugar, el de un sueldo bajo y en segundo, el de una baja cotización. El cálculo de la pensión se hace por días, pero los trabajadores de este régimen nunca tienen el mismo tiempo cotizado que un empleado a tiempo completo.

Es cierto, que de aplicarse en España este tipo de contratación la cifra de desempleo podría seguir la senda de Alemania con una tasa de paro mucho más baja y la fotografía sería mucho más bonita de cara a los mercados y de cara a Bruselas, aunque gracias al tratamiento de photoshop.

Así las cosas, podría ser una solución teniendo presente en todo momento que se trata de una solución parcial, siempgre con las debidas garantías, al elevado desempleo ya que incrementaría un poco las cotización sociales y permitiría abaratar el coste presupuestario de las prestaciones por desempleo.

Su éxito dependerá, por tanto de su consideración como un medida transitoria a una situación excepcional para combatir la alta tasa de desempleo juvenil o para ayudar a los parados de larga duración. Nunca debería de considerarse como una forma de explotación para hacer el mismo trabajo que en una jornada completa, una forma de abaratar el trabajo o sustituir un trabajador por dos operarios bajo este régimen, que además no pagarían impuestos.