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Demirovic y Pedraza sentencian en el pase a cuartos del Deportivo Alavés
El tranquilo encuentro tuvo como aliciente el regreso de Víctor Laguardia
El partido estuvo marcado por una intensa granizada en la primera parte. Foto Leire Arberas
El Deportivo Alavés certificó el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey con la victoria en Mendizorroza por 2-0. La eliminatoria, con un total de 5-1 para los vitorianos, tuvo un nombre propio. Ermedin Demirovic volvió a marcar en su segundo partido con el primer equipo tras el doblete de la ida. Cuando parecía que la eliminatoria moriría así, Pedraza puso el broche final con una de sus acciones de desborde para poner el 2-0 en el minuto 92. Tras una primera parte de tanteo, los locales se dedicaron a rematar el trabajo en la segunda mitad, demostrando su superioridad.
Lo mejor ocurrió minutos antes del encuentro, cuando se supo que Laguardia volvía al once titular. El central se lesionó el ligamento cruzado hace 8 meses y Abelardo quiso concederle la titularidad en su regreso. El que no estuvo convocado fue la última incorporación, John Guidetti. El delantero tuvo alguna molestia durante los últimos entrenamientos y el técnico asturiano prefirió no forzar su debut.
Laguardia volvió al césped de Mendizorroza 8 meses después. Foto: Leire Arberas
El Alavés tuvo la primera en el minuto 7 de partido. Los locales comenzaron cediendo la pelota al equipo rival, pero un balón recuperado que centró Wakaso a punto estuvo de sorprenderles. Sobrino remató totalmente solo, pero no logró ajustar el disparo, que fue detenido por Chechu Grana.
Una lluvia de granizo irrumpió en el encuentro poco después, justo cuando el Glorioso comenzó a hacerse con la posesión del balón. Por su parte, el Formentera intentó causar peligro mediante ocasiones a balón parado; tal y como hizo en la ida. No obstante, apenas causaron trabajo a la zaga vitoriana. En el otro lado, Wakaso volvió a probar fortuna con un latigazo de desvió el guardameta. El ghanés, hoy de extremo zurdo en el once de Abelardo, estaba siendo el principal protagonista de un encuentro sin apenas sobresaltos.
Ninguno de los dos conjuntos quiso arriesgar en una mitad gris, quizá en exceso para el Deportivo Alavés si se tiene en cuenta la diferencia de calidad. Algo que se veía reflejado en el lenguaje corporal de un descontento Abelardo. También sorprendió el planteamiento del conjunto balear, que circuló mejor la pelota pero sin buscar el gol con insistencia, a pesar de necesitar tres goles para pasar de ronda.
- El Alavés demuestra su superioridad
Tras unos minutos de cautela en la segunda mitad, el Alavés incrementó algo la presión en el área rival, teniendo unos instantes de verdadero acoso a los pitiusos. La intensidad acabó dando resultado en un pase excelente de Sobrino, que pudo haber marcado segundos antes, a Demirovic. El bosnio no erró y definió de manera excelente para sentenciar la eliminatoria a favor de la escuadra vitoriana. Un destello más del joven delantero, protagonista absoluto de la eliminatoria con tres tantos.
El gol fue un bálsamo para el Alavés, que terminó por despejarse del todo y asumió el mando del encuentro en el peor momento del Formentera. Entre acometidas locales Mendizorroza tuvo tiempo de ovacionar al ex alavesista Gabri, que abandonó el terreno de juego en el primer cambio del Formentera. El conjunto isleño seguía bien posicionado en defensa pero ya había bajado los brazos en ataque.
Demirovic salió ovacionado por Pedraza que marcó minutos después
Rubén Sobrino estaba siendo el futbolista más destacado de la segunda mitad. El delantero no ha gozado de mucha continuidad con ninguno de los técnicos albiazules de esta temporada, pero está aprovechando sus minutos en la Copa del Rey. Volvió a estar a punto de marcar con una vaselina que dio en el palo.
Sin mucha más acción parecía que dejaban morir el partido ambos conjuntos. Pero antes Mendizorroza despidió con una ovación a Demirovic, entrando Pedraza en su lugar. El futbolista, en un espléndido momento de forma, tuvo tiempo de rematar la eliminatoria con un gol en el minuto 92. Un acto de calidad individual que puso la guinda al pastel albiazul cocinado en estos octavos de final.
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