Más plazas para menores extranjeros ante el aumento de la inmigración en el Estrecho

14 septiembre, 2018

La Diputación reclama un mayor reparto equilibrado de inmigrantes menores, ante las enormes diferencias entre territorios

La Diputación ha tenido que habilitar nuevas plazas para atender a menores extranjeros no acompañados. El aumento de la inmigración a través del Estrecho ha traído también un aumento en la llegada de menores extranjeros que vienen a Europa solos. En Álava también se ha notado ese repunte, y por eso la Diputación se ha visto obligada a habilitar, de forma provisional, nuevas plazas.

Se trata de menores que llegan a la península en busca de un futuro en el Primer Mundo, generalmente en países de Europa Central o del Norte (muchos de ellos intentan pasar hacia la frontera francesa). En ocasiones llegan en los bajos de camiones o en pateras a través del Estrecho. En muchos casos dejan atrás a sus familias, y cuando llegan a Europa no tienen familias con quien alojarse. Por eso las instituciones deben hacerse cargo de ellos hasta que cumplen los 18 años.

Este aumento de plazas por parte de la Diputación se mantendrá hasta que el volumen de llegadas de Menas se normalice. El Departamento de Servicios Sociales está estudiando las diferentes alternativas para poner en marcha estas plazas de manera excepcional. La Diputación también ha incrementado el personal del centro residencial Bideberria para poder seguir atendiendo a estos jóvenes.

El diputado general de Álava, Ramiro González, ha reclamado recientemente que el Gobierno español y las comunidades autónomas sigan trabajando para garantizar un reparto “equilibrado” en la acogida de los menores extranjeros no acompañados en función de la capacidad de cada autonomía. También que Álava y Euskadi son algunos de los territorios que albergan un mayor porcentaje de estos menores, mientras en otras comunidades la acogida es “nula o escasa”. Es el caso de la vecina La Rioja.

Los menores extranjeros no acompañados quedan bajo la tutela de la administración cuando llegan a España. Cada comunidad autónoma (diputación en el caso de Euskadi) debe comportarse como si fuese el padre de estos menores, y están bajo su atención.

En agosto, durante La Blanca, la presunta agresión provocada por un menor extranjero tutelado obligó a la Diputación a reaccionar, quedando finalmente ingresado en el centro de menores de Zumarraga.