Judimendi estrena un mural de 65 metros con la mujer y la mitología como ejes

6 octubre, 2017

Irantzu Lekue ha coordinado un proyecto colaborativo incluido en el programa Haziak

El Parque de Judimendi, junto a Federico Baraibar, estrenará este domingo un mural de 65 metros de largo, en un lugar cargado de Historia y simbolismo. Cementerio de la comunidad judía que se asentó en Gasteiz hasta el siglo XV, es también el lugar donde la ciudad celebra el solsticio de verano, el fuego, la magia.

Un proyecto muralístico participativo y de innovación social, coordinado por Irantzu Lekue, que nace inspirado en el trabajo realizado por autores como Jose Miguel de Barandiaran, Rosa Iziz, Félix Placer, Ana Iziz y, sobre todo, a partir de los textos y conversaciones entre Lekue y la escritora alavesa Toti Martinez de Lezea además de las visitas que la artista ha realizado a lugares como Ekain, Zugarramurdi, Baltzola o Mairulegorreta, que han sido fuente también de inspiración para la consecución de este enorme mural situado en el hasta ahora oscuro y abandonado muro de la Calle Federíco Baraibar.

El mural está realizado con brocha y con graffiti, y cuenta con la colaboración de Fill In Culture. En el mural se puede ver mujeres embarazadas, pintoras de signos rupestres, agricultoras o bailando en torno al fuego. La inauguración tendrá lugar a las 13:00 en Artgia.

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Mural
Lekue quería trabajar inicialmente el tema de la brujería: Las brujas han pasado a la mente popular como símbolo del mal, pero la artista “pretendía reivindicar lo que realmente fueron: víctimas inocentes de la imaginación obsesiva y misógina de los poderes religiosos y civiles”.  Sin embargo cambió de idea tras una conversación ton Toti Martínez de Lezea: “Podía no ser adecuado abordar así el tema ya que, dependiendo de cómo lo diseñáramos, podíamos estar dando -pictóricamente, al menos- la razón a los inquisidores”.

Una persecución, una tragedia que duró cerca de tres siglos en Europa, donde 100.000 personas fueron inculpadas y más de 50.000 ejecutadas en la hoguera y en la horca. “Esta gran injusticia, por la cual nadie ha pedido perdón, dejó en el subconsciente colectivo un recuerdo atemorizado en el pasado y folclórico en la actualidad” explica Toti Martinez de Lezea. “Ni la Iglesia, ni el Estado, ni la Inquisición inventaron la creencia en la brujería, pero sí inventaron una forma perfecta para fiscalizar a sus sujetos, imponer sus criterios y eliminar viejas creencias y tradiciones”.

Las mujeres fueron los primeros chamanes y quienes elaboraban los tintes para pintar las cuevas

La evolución del proyecto finalmente ha girado “hacia lo positivo” y ha apostado por visibilizar a la mujer “como lo que realmente ha sido en la Historia de la humanidad“ frente a conceptos o visiones que se han ido incorporando al imaginario popular, pero que no se corresponden con la realidad.

La imagen del “mago de la tribu”, por ejemplo, es una de esas que se halla muy arraigada en nuestra iconografía mental. Sin embargo, explica Martínez de Lezea, “los primeros chamanes no pudieron ser otros que mujeres, puesto que al ser la maternidad el gran misterio y al ser las mujeres quienes daban la vida, es lógico pensar que fueran otras mujeres quienes se ocupaban de los ritos del nacimiento y, por tanto, de las invocaciones a esa Diosa-Madre”. Lo mismo ocurre con la agricultura.

La palabra “cultura” procede del latín y significa “cultivo”. Cultivo de la tierra, pues está demostrado que, una vez asentados los seres humanos, las primeras agricultoras fueron las mujeres, quienes permanecían al cuidado de los hijos, ancianos y enfermos, mientras los hombres se ocupaban de la caza y de los trabajos más pesados (como la tala de árboles por ejemplo). “Hemos querido aprovechar la propia piedra del muro para integrarla en el mural; convertirla, mediante un trampantojo, en parte de una cueva y crear así una sensación diferente en las personas que diariamente pasan por aquí, una experiencia artística que hemos creado en auzolan, en modo participativo”, explica Lekue.

Al igual que la religión, cuando pensamos en los pintores de las cuevas nos viene a la mente la imagen de un hombre artista. Sin embargo, fueron las mujeres las que descubrieron y elaboraron los primeros tintes minerales y vegetales para tintar las pieles y la lana, explica Martínez de Lezea. “Es lógico pensar que también fueran ellas las primeras en “pintar” las cuevas. ¿Algo más fácil que dejar la huella de una mano en una roca? Al igual que fueron ellas las que descubrieron el barro para hacer recipientes en los que cocinar y almacenar y, por qué no, modelar.

Así el mural de Lekue incorporará diversas figuras de mujeres a lo largo de la Historia. Como diosa de la fertilidad o deidad de la creación junto con muestras de las tradiciones o ritos del lugar, como descubridora de los pigmentos y pintando cuevas, trabajando la transmisión oral.

“He querido también incorporar un río. Judimendi tiene varios ríos e investigando para realizar el mural he conocido algunas tradiciones ligadas al solsticio de verano. En Araba algunas de estas costumbres eran, por ejemplo, bañarse en los ríos para fortalecer el cuerpo, lavarse el cabello en las fuentes para que creciera más fuerte y abundante, revolcarse en la hierba con el rocío para evitar las enfermedades de la piel, echar los aperos, azadas, cuchillos, hachas, al río o a la fuente para que la luz de la luna los afilara, recoger plantas curativas, pues se creía que en el amanecer del solsticio de verano adquirían propiedades especiales o encender las hogueras para animar al sol a que siguiera brillando”

El mural se va a desarrollar en el barrio de Judimendi, un barrio con un fuerte componente artístico ya que es aquí -y en Santa Lucia- donde el graffitti y el street art de Vitoria han encontrado su “fuerte”; su guarida. Así, el mural cuenta en lo técnico con la colaboración de Fill in culture la asociación que agrupa a varios de los creadores más prolíficos de la ciudad. “Vamos a unir dos técnicas: la del grafiti y la del muralismo. Uniremos nuestros sprays a los pinceles de Lekue. Nos gusta porque en cierta manera volvemos a los orígenes del graffitti en la ciudad”, afirma Aratz RB desde Fill In Culture.

Hasta ahora, han realizado algunos murales con esta técnica, “pero no abundan en la ciudad ya que lo más habitual es que cada técnica complete sus obras basándose exclusivamente en una de ellas. La excepción en estos últimos años han sido los trabajos que hemos realizado junto a Sebas Velasco pero… no hay muchos más”, explica.

  • Duendes

El Parque de Judimendi tendrá además cuatro personajes de la mitología vasca. Estarán diseminados, y su lugar no será revelado para que sean las personas que se acerquen hasta el parque las que encuentren -o no- a estos seres mágicos. “Inxixu, Ieltsu, Ipotx, Mamarru y Galtxagorri estarán en el parque de Judimendi, y lo que proponemos es un pequeño juego a las txikis de la casa, les invitamos a que los busquen… y los encuentren”, explica Lekue.

Ahoz aho será presentado el 8 de octubre -si la climatología lo permite-. Un proyecto muralístico en el que priman los elementos naturales y en el que conviven ritos y creencias paganas de nuestros antepasados con una vocación por integrar el mural al lugar donde estará presente. Un proyecto que es posible gracias a la convocatoria Haziak del Departamento de Juventud del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.