La denuncia de Apasos que no sale adelante

La denuncia de la actual directiva de Apasos contra el teniente de alcalde Iñaki Gurtubai no ha salido adelante. Al contrario. Una magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria-Gasteiz la ha archivado y ha sobreseído la causa.

Apasos había acusado a Gurtubai de prevaricación, al considerar que no había intervenido ante una denuncia por abuso sexual que la asociación realizó. Porque el germen de todo está en los abusos sexuales denunciados en 2019 por unas voluntarias de Apasos contra un trabajador de la perrera municipal.

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No existe prevaricación

En un comunicado hecho público por el propio Ayuntamiento vitoriano, la jueza ha constatado que no existe "actuación prevaricadora alguna" en los hechos denunciados y pruebas aportadas. "Visto el contexto, desarrollo y contenido de las resoluciones que la entidad denunciante considera prevaricación, las mismas no lo son ni de lejos", recoge el escrito judicial.

Es más, el auto señala que "no puede ni siquiera atisbarse que el señor Gurtubai haya dictado resoluciones insostenibles e inaceptables desde cualquier óptica de interpretación de la ley". Además, la jueza no comparte que Apasos haya recurrido a la vía penal para realizar esta denuncia. "Raya el abuso de derecho", censura.

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Y recuerda que los recursos de la justicia "son limitados y los medios técnicos temporales y humanos que deben emplearse en una denuncia totalmente infundada se dejan de utilizar en otros asuntos que sí son constitutivos de infracción criminal".

El origen

No es el único foco de enfrentamiento entre a Apasos y al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Además de esta denuncia ahora archivada, ambos han cruzado otras en los juzgados sobre la gestión de los animales. Así, el año pasado el Consistorio denunció a Apasos por "calumnias" y, a su vez, Apasos denunció al Ayuntamiento por "maltrato animal".

Además, las voluntarias acusaron al entonces presidente y vicepresidente de Apasos de "omisión del deber de impedir delitos" y lamentaron la falta de apoyo en esta denuncia contra el funcionario público. Ellos crearon, junto a otros voluntarios, la nueva asociación Beti Lagun. Esta nueva asociación mantiene relación con otras asociaciones animalistas y con el propio Ayuntamiento.

En la actualidad, la perrera la gestiona de manera directa el personal funcionario municipal. Allí, Apasos hace determinadas labores, especialmente de socialización de los animales. Lo hace desde el verano del año pasado, cuando un juzgado de Vitoria-Gasteiz dictó "medidas cautelarísimas" para que los voluntarios de Apasos entraran a la perrera.