La plataforma contra el tranvía a Adurtza recoge nuevas firmas contra el proyecto

14 septiembre, 2017

La plataforma explica en un manifiesto por qué se opone a la llegada del tranvía

La plataforma TranviaNOTaldea ha recogido numerosas adhesiones de personas y asociaciones que también exigen la paralización del proyecto. Lo han hecho en un manifiesto que considera el proyecto de ampliación de tranvía a Adurtza "un grave despropósito y una imposición injustificada, con base en una serie de razones urbanísticas, sociales, ambientales, económicas y normativas". Las obras comenzarán a finales de año, antes que la ampliación a Salburua, tendrán un trazado de 1,4 kilómetros, tendrán 4 paradas y costarán cerca de 10 millones de euros.

Esta plataforma se constituyó casi un año después de conocerse por primera vez las intenciones del Gobierno Vasco. Argumentan, principalmente, que nadie en el barrio ha pedido la llegada del tranvía.

Entre las 12 agrupaciones que se han adherido al manifiesto cabe destacar al sindicato con mayor representación en la UPV/EHU (STEILAS) y a los foros de participación ciudadana de Vitoria-Gasteiz Elkargune de Participación Vecinal y Foro Ciudadano de Movilidad Sostenible, además de Bizikleteoak, Ekologistak Martxan, Gaden y Errekaleor Bizirik.

Los firmantes del Manifiesto denuncian que el proyecto carece de soporte alguno en datos de movilidad diaria de las personas en la ciudad, de forma que esta ampliación del tranvía sería inútil para fomentar una movilidad urbana más sostenible. Aseguran también que no ayudaría a la necesaria reducción del uso del coche en los desplazamientos internos de la ciudad. "El proyecto constructivo, además de dos carriles de tranvía, contempla dos carriles de coches, lo cual supone una contradicción con el hecho de querer eliminar vehículos y potenciar el transporte público".

Los firmantes del Manifiesto destacan que el proyecto tendría un alto impacto ambiental y social, con un "importante estrechamiento de las aceras de las calles afectadas por el trazado, que perderían prácticamente la mitad de su anchura actual, y la destrucción indiscriminada de al menos 266 árboles".

Una decisión que iría "claramente en contra del Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público de Vitoria-Gasteiz vigente desde 2008, que fomenta la movilidad peatonal ampliando las aceras y la presencia de arbolado en las calles".

Los firmantes recuerdan que "el proyecto dejaría las calles afectadas con dos carriles de tranvía, dos carriles de coches, carril bici y con unas aceras muy estrechas (de menos de 3 m de anchura) y sin ningún árbol".

Al mismo tiempo recuerdan que "el peatonal debe ser el principal medio de desplazamiento a fomentar en el entorno de un Campus universitario y en un barrio que está tan cercano al centro urbano". Además aseguran que la pérdida de árboles "convertirá las calles en una sauna durante las cada vez más frecuentes olas de calor".

Los firmantes señalan asimismo que que el proyecto no tiene en cuenta el soterramiento de la vía de Renfe, aprobado recientemente. Así, el proyecto incluye importantes y costosas obras de ampliación del Puente de Las Trianas, puente cuya existencia dejará de tener sentido cuando se soterre la vía. Desde el Ayuntamiento han insistido en que el puente se mantendrá aunque se soterre el ferrocarril dado el desnivel existente entre Los Herrán y Adurtza.

Los firmantes también  denuncian que el proyecto no cumple la normativa, dado que adolece de los necesarios márgenes de protección a cada lado de la vía, incumpliendo el Reglamento Estatal del Sector Ferroviario. Este Reglamento establece que hay que dejar una franja de protección de al menos 8 metros a ambos lados de la plataforma ferroviaria del tranvía. En realidad este argumento no es tal, dado que en el caso de los tranvías no se aplica dicho reglamento, y no existe esta obligación.

Por último denuncian que nadie ha pedido la ampliación del tranvía hacia el sur (ni la UPV/EHU ni los vecinos de San Cristóbal-Adurza), mientras en los barrios periféricos de Zabalgana y Salburua se lleva demandando la llegada del tranvía o de alguna infraestructura alternativa desde hace 10 años.