Volar no es imposible

21 mayo, 2012

Los próximos 1,2 y 3 de junio habrá lanzamientos en paracaídas desde Foronda

¿Quién no ha soñado alguna vez con poder volar como un pájaro y sentir esa sensación de libertad? Volar siempre ha sido una aspiración del ser humano, que ha intentado de forma insistente luchar contra la teoría de la gravedad.

Para intentar cumplir en parte ese objetivo, desde el Aeroclub Vitoria, en colaboración con el AeroClub Mimizan, se han organizado varios lanzamientos en paracaídas desde el Aeropuerto de Foronda para los próximos 1, 2 y 3 de junio, repitiendo así la experiencia del pasado otoño. Casi cuatro mil metros de caída libre que concluyen con otros mil metros de descenso tras la apertura del paracaídas. Todo ello acompañados siempre por un monitor, en una experiencia para la que, pese a lo que pueda parecer, no hace falta ninguna condición física.

Los valientes tendrán que pagar 220 euros por el lanzamiento, a lo que se le une otros 80 euros para la grabación del momento. Una vez allí, quizá produzca más miedo pasar por la lúgubre terminal de pasajeros que montarse en la avioneta y lanzarse al vacío.

El tiempo de caída libre apenas llega al minuto. Entre el lanzamiento desde la avioneta y la apertura del paracaídas, la sensación que se percibe es similar a la de volar. En cada caída los ‘bautizados’ no irán solos, sino que llevan a su espalda un monitor, que desciende con ellos y es quien en todo momento dirige la trayectoria y evita posibles situaciones de peligro.

A apenas 1.000 metros del suelo llega la apertura del paracaídas. Desde ese momento el descenso se frena y llega el momento de disfrutar del paisaje o, si se prefiere, de realizar un descenso en círculos y girando en torno al propio paracaídas.

No hay vértigo ni velocidad, porque no existe ningún punto de referencia. Sólo se siente el viento contra tí.