Vitoria despide este domingo a Ainhoa Valle, la vitoriana que luchó por la rehabilitación permanente

5 abril, 2018

La jornada será este domingo en el Bosque de Armentia, donde se hará un homenaje y habrá una tienda solidaria

Este domingo algunos ciudadanos de Vitoria-Gasteiz rendirán homenaje a Ainhoa Valle, la vitoriana con un derrame cerebral que falleció el pasado 13 de enero. Sus amigos y familiares han preparado una cita de despedida durante la mañana en el Bosque de Armentia que también servirá como reivindicación. El objetivo es conseguir un tratamiento permanente de rehabilitación física y psicológica para personas con daños cerebrales. Algo que no pudo tener Ainhoa, por lo que convivió con fuertes dolores hasta el día de su muerte. 

Ainhoa Valle sufrió un derrame cerebral en 2007. Desde entonces, una parálisis parcial y unos intensos dolores hacían que viviera "como si tuviera 200 kilos sobre el hombro y 50 en el dedo gordo de la mano", según relató a Gasteiz Hoy en 2016.

El estado de la joven mejoró notablemente con la rehabilitación que tenía en las primeras etapas de su dolencia, pero una vez se le dio el alta perdió su derecho al tratamiento, y por tanto también al bienestar físico y mental.

Lo único que aliviaba su sufrimiento era un rehabilitador privado y el servicio que le ofrecía Atece (Asociación de Traumatismo Craneoencefálico y Daño Cerebral Adquirido). Ambos tratamientos le costaban unos 300 euros al mes y no eran suficientes para aliviar lo suficiente su malestar.

Por ella misma y por muchas otras personas que estaban en una situación similar, Ainhoa promovió activamente su lucha por la rehabilitación permanente para enfermedades cerebrales o crónicas. Abrió una petición en change.org que rozó las 2.000 firmas y creó la plataforma Hermana Mayor para todos los usuarios necesitados de un tratamiento continuo.

Ainhoa tuvo que esperar 12 horas a ser operada en 2007, algo que pudo ser determinante en sus secuelas

Las peticiones de los Valle llegaron a los grupos políticos de Vitoria-Gasteiz, que aprobaron la iniciativa con un cambio sustancial: a los enfermos cerebrales se les daría rehabilitación precoz, pero no permanente. Esto significa que tienen preferencia a la hora de ser intervenidos en quirófano, algo que no tuvo Ainhoa.

La gasteiztarra tuvo que esperar 12 horas hasta que fue finalmente operada de su derrame cerebral. Doce horas eternas, dado que en estos casos cuanto más tarde sea la intervención más daños permanentes pueden quedar en el cuerpo y mente del afectado.

  • Un quejigo y una tienda solidaria

Aunque Ainhoa Valle ya no esté, su familia sigue luchando por la meta que tenía la gasteiztarra. La petición de la rehabilitación permanente volverá a ser llevada al Parlamento y las movilizaciones (tanto virtuales como físicas) no se detendrán. Este 8 de abril servirá como despedida de la joven y también como reivindicación para su lucha.

"Cuando mi hija falleció unas 150 o 200 personas quisieron acudir al tanatorio pero no pudieron. De esta manera todos los que lo deseen podrán despedirse de ella", explica su padre, Luis Mari Valle, en referencia al homenaje. La cita será en el Bosque de Armentia, donde se depositarán las cenizas de la joven junto a un quejigo plantado para la ocasión.

La celebración comenzará a las 10:00 para acabar a la 13:00. Durante ese tiempo la familia pondrá una tienda solidaria con las pertenencias de Ainhoa, entre las que se encuentra una colección de 30 vestidos y 20 sombreros. Todos los beneficios irán para los miembros de Atece que no puedan costearse las rehabilitaciones privadas. También habrá bailes, cantos y una txalaparta, junto con el Primer Campeonato de Mus Hermana Mayor.