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¿Cómo recuperar los viejos barrios de Vitoria-Gasteiz?
Los barrios levantados en los 70 están envejeciendo y vaciándose, pero cualquier actuación requiere un proceso de reflexión previo, algo que no se ha hecho en Coronación
Vitoria-Gasteiz ha duplicado su extensión desde la década de los 90, cuando comenzó la expansión norte por Ibaiondo y Lakuabizkarra. Este dato choca frontalmente con la evolución demográfica de la ciudad: en los 90 contaba con alrededor de 200.000 habitantes, mientras que acabamos de cruzar el umbral de los 250.000. El dato es claro: Hay muchas más viviendas de las que se necesitan.
Toda una generación se ha desplazado a los nuevos barrios, que ofrecen viviendas de nueva construcción, espacios públicos más atractivos y amplias zonas verdes. ¿Qué sucede entonces, con los barrios de nuestros padres, los que nos vieron nacer?
- Viejos barrios o barrios envejecidos
Fueron levantados, en su mayoría, durante el boom industrial de los años 70. Años en los que Vitoria experimentó un rápido crecimiento con la creación de numerosas industrias. Esto trajo consigo un movimiento migratorio nacional importante, y los barrios se levantaron rápido para acoger a todas estas personas.
Los barrios industriales surgieron como respuesta a la ola migratoria que Vitoria-Gasteiz experimentó en la década de los 70
Estos barrios están envejeciendo de forma paulatina, se están despoblando y guetificando, fruto de muchos factores que convergen: parque de viviendas antiguo y muy deteriorado, espacios urbanos caducos y degenerados y actividad comercial obsoleta, entre otros. Ya se han elaborado los estudios de zonas como Coronación, Zaramaga o Adurtza.
- Centrar el foco en la ciudad ya existente
Los esfuerzos y focos de atención futuros en las políticas de desarrollo urbano en Vitoria-Gasteiz se deben centrar en regenerar lo que ya tenemos, en la ciudad existente y ya construida, haciendo especial hincapié en las zonas más vulnerables.
Debe haber un trabajo multidisciplinar, transversal y, sobre todo, colaborativo, en el que la participación ciudadana sea clave. Además, debe entenderse como un proyecto no sólo encaminado a solucionar aspectos concretos, sino como una actuación integral que dé una respuesta global a aspectos sociales, económicos, ambientales y habitacionales.
Hay que actuar de forma integral en el espacio público para hacerlo más atractivo
Hay que renovar espacios públicos para volver a hacerlos atractivos. Estos nodos deben servir de lugar de confluencia, de generadores de vida urbana, que atraigan a los vecinos y visitantes y que posibiliten que comercios y nuevos residentes se asienten en torno a ellos. El Ayuntamiento ya ha llevado a cabo el lavado de cara de alguno de estos espacios, pero se trata de actuaciones puntuales que no son fruto de un plan integral más ambicioso, que estudie la problemática existente en su conjunto.
También se debe apostar por la revitalización económica, cultural y social. Como la propia palabra indica, se trata de dar nueva vitalidad a zonas degradadas, con la implantación de nuevas actividades económicas e industriales, ayudas a la implantación de nuevo comercio y apoyo al existente, viveros de empresas, nuevos equipamientos, centros de ocio y culturales, recuperación de solares abandonados o reconversión de dotaciones existentes carentes de uso.
Se construyeron numerosos equipamientos que dieron servicio a los residentes de estos barrios. Actualmente muchas de ellas se encuentran obsoletas, carentes de uso o muy deterioradas.
Por último, es importante la rehabilitación arquitectónica del parque de viviendas, haciendo especial hincapié en la rehabilitación energética y en las mejoras en las condiciones de habitabilidad. Se trata de inmuebles envejecidos, que rondan los 50 años y que carecen de las condiciones de confort con las que cuentan los actuales. El problema es que muchos de los propietarios de estas viviendas son o personas con escasos ingresos o herederos que residen en los nuevos barrios y que cuentan con escaso interés en invertir en estas segundas viviendas, ya que el alquiler de las mismas les proporciona el rédito suficiente.
- Gestión del plan de Coronación
No se trata de buscar soluciones inmediatas, es un proyecto a largo plazo, un proceso de varios años en los que el trabajo vaya encaminado a la actuación global y a la concienciación colectiva. Es por esto que el plan para el barrio Coronación se está encontrando con numerosas trabas vecinales. Hay práctica unanimidad entre especialistas de la materia, arquitectos, urbanistas y técnicos en general, que defienden que las soluciones que propone son las adecuadas, en consonancia con lo que está sucediendo en el resto de Europa y con las nuevas medidas que ya muchos países y ciudades están adoptando. No vamos a entrar a valorar la propuesta técnica, pero sí diremos que, nos guste o no, el futuro de nuestras ciudades se desarrollará en esta dirección.
El Plan de Coronación debería ser la consecuencia final de un proceso, y no su punto de partida
El problema aquí surge con la forma en la que el proyecto ha salido adelante, con los plazos del mismo y con la falta de información. Un plan de este calado debería ser la consecuencia final de un extenso proceso anterior, y no el punto de partida. Esto genera desconfianza en el ciudadano, que ya de por sí es reticente en general a los cambios y que se encuentra de repente con una propuesta que tiene que aceptar en un corto período de tiempo.
Se trata de una transformación importante en un barrio con mucho recorrido, como es Coronación, por eso la aproximación a las Comunidades de vecinos debería haberse realizado de forma paulatina, con mucho intercambio de información, y haber dado lugar a un procedimiento colaborativo de mayor recorrido, implicando a todos los agentes intervinientes en el barrio o incluso a técnicos locales. Convertir el proyecto en una adaptación local, en la que todos estuviéramos comprometidos.
Imagen del plan de Coronación que el consistorio ha incluído en su página web http://www.vitoria-gasteiz.org, en la que se detallan las medidas de mejora energética de los inmuebles.
Al tratarse de un plan a escala europea hay que ceñirse a los requisitos que se imponen, y esto condiciona el desarrollo del mismo. Pero las viviendas del barrio se encuentran muy deterioradas y los propietarios, más temprano que tarde, se verán en la obligación de llevar a cabo mejoras para que sigan siendo habitables. Parece por eso una oportunidad única dadas las condiciones económicas y las ayudas y subvenciones a las que están sujetas.
El futuro de nuestras ciudades está en nuestras manos. Las estrategias venideras deben centrarse, a través del máximo consenso social y político, en la ciudad ya construida, en detrimento de la vivienda nueva y del crecimiento de la ciudad hacia el extraradio. Llegará un momento en el que tengamos que volver a ocupar las viviendas de nuestros abuelos, por lo que estas zonas tienen que ofrecernos las posibilidades que ofrecen los nuevos barrios.
