Los árboles del futuro en Vitoria

1 abril, 2024

Hablamos con técnicos municipales sobre el número y tamaño de árboles, especies, talas y podas

Los días de calor y sol cotizan al alza, incluso en ‘Siberia-Gasteiz’. Por eso es clave contar con árboles que enfríen la atmósfera y aporten sombras amplias y frescas bajo las que desplazarse. Y eso lo consiguen ejemplares que alcancen, mínimo, los 12-14 metros de altura y los 8 metros de anchura en su copa.

De los alrededor de 120.000 árboles que hay en la ciudad, no todos lo consiguen. Algunos, como los 10 talados en el paseo de Fray Francisco, han alcanzado su vida útil. A otros, como los de Lakua, el subsuelo no les permite prosperar. Muchos están en alcorques (o cajetes, el agujero alrededor de los troncos) que no les dejan expandirse y otros, por su especie, nunca darán la sombra deseada.

Máxima cobertura de árboles. Es la consigna prioritaria con la que trabaja Vitoria-Gasteiz para de diseñar su mapa de arbolado presente, pero sobre todo, futuro. No importa tanto la cantidad de árboles, sino su calidad y, sobre todo, los beneficios para la salud ciudadana.

Itinerarios peatonales sombreados

arboles futuro Vitoria parque Aranbizkarra

Árboles en el parque de Aranbizkarra, un barrio de contrastes arbóreos.

Con este presente sobre la mesa, el Departamento de Movilidad y Espacio Público del Ayuntamiento tiene un objetivo en mente. Crear grandes itinerarios peatonales, sendas urbanas sombreadas y frescas que atraviesen la ciudad y conecten los barrios. A imagen y semejanza de La Senda, con sus plátanos enormes que la sombrean.

"Antes, las ciudades presumían de número árboles y muchos solo eran tronquitos con 4 hojas"

"Con estas últimas olas de calor, nada refrigera y refresca como los árboles. No es lo mismo la sombra fresca de un árbol fresca que ir por debajo de un edificio o un toldo. Aportan un valor a la ciudad impresionante", explica Ainhoa Etxeandia, la directora del Departamento.

Porque Vitoria siempre ha aceptado el verde, pero los conocimientos evolucionan. Por ejemplo, en arquitectura arbórea. Atrás quedan los planes de gestión que buscaban sumar muchos árboles: "Es mejor tener uno grande que cuatro pequeños, que no van a sombrear ni hacer nada. Su valor es solo decorativo, que ojo, es importante, pero no prioritario".

arboles futuro Vitoria calle Santiago

La calle Santiago es un ejemplo de árboles pequeños cada pocos metros que apenas aportan sombra.

"Ha habido un cambio de paradigma. Antes, las ciudades presumían de número de árboles. Y muchos eran palotes, tronquitos con cuatro hojas", añade Alejandro. Es el técnico arborista de la Unidad de Paisaje Urbano. Y se moja sobre las talas de árboles.

"Hay un desconocimiento sobre su parada fisiológica. Son plantas y, si no tienen suelo de calidad con nutrientes determinados y acceso a agua, se paran. Ocurre en muchas ciudades, en Vitoria también", comienza.

Árboles pequeños en Lakua

El resultado son árboles pequeños. Sobre los que, a veces, toca actuar y sustituirlos. "Es delicado, porque hay que intervenir en arbolado que sabes que no se va a mover, ni cambiar de posición", reconoce. "¿Árboles pequeñitos? Pues igual lo mejor es talarlos y sustituirlos", plantean desde el equipo municipal.

Y es que hace años, la apuesta era plantar ejemplares con un menor desarrollo, para evitar problemas y quejas entre vecinos, comerciantes y paseantes a cuenta de las vistas. Que cupieran en las aceras sin molestar. Así ocurrió en algunos de los barrios más antiguos, como en Zaramaga, donde en varias calles se plantaron muchos plátanos a 2 metros de las fachadas.

Ahora, el discurso es otro: "El arbolado no es algo ornamental, es un servicio ecosistémico, uno más que debe haber en la calle, como el agua, gas, electricidad. Hay que darle su hueco porque mitigará la temperatura". "Es un error garrafal eliminar árboles grandes, que están provocando conflictos, e ir a otros más pequeños que quepan en el sitio donde están", coincide Alejandro.

Conscientes de que algunas actuaciones generan polémica, insisten en "no quedarse con la parte mala"

Tiene claro que la idea ha quedado antigua. "Pero se sigue pensando que una anchura de una acera determina un árbol concreto, con un ancho de copa preciso. Los árboles no son simétricos, jamás, ni en entornos naturales. Pero es que ningún árbol se dedica a penetrar hormigón y ladrillos, sus copas no ocupan el lado de las fachadas", plantea.

En cambio, sí lo hacen los de menor tamaño, los arbustivos. Su crecimiento es más desordenado, en todas las direcciones. ¿Para evitarlo? Muchas podas de control de fachadas y mayor gasto de mantenimiento.

El arbolado de Lakua es pequeño y su suelo rocoso e impermeable no ayuda

"A los grandes, les quitas la estructura hacia los edificios con una poda previa de formación que se hace a lo largo de unos años. Así se van situando solos, colonizando la luz de forma natural. Y luego ya no tienen casi coste. Mucha gente no se lo cree, pero es real", insiste Alejandro.

Son conscientes de que muchas de sus actuaciones generan polémica. Como la tala de castaños en la mediana de Jacinto Benavente durante las obras del BEI.

En su momento, ya aseguraron que estaban "fosilizados desde que se plantaron sin tierra". Y se reafirman: "Cómo íbamos a pasar por ahí con esta obra, teniendo la oportunidad de cambiar el suelo, y no hacerlo. Habrá quejas, pero no hay que quedarse con la parte mala". "Hay actuaciones con las que vamos a pasar unos días malos, pero es lo que hay que hacer", insisten.

Donde también les gustaría intervenir es en Lakua, un barrio con arbolado pequeño (4,5 metros de alto y copas de 2-2,5 metros de ancho) por falta de la tierra necesaria. Su suelo rocoso e impermeable tampoco ayuda.

"Allí se dio prioridad a que la urbanización estuviera bien hecha y la obra perfecta. Pero si quieres árbol grande, debe haber mucha tierra debajo. Y eso es incompatible con aceras perfectas, planas y que no se hundan. Igual debemos asumir que son preferible pavimentos permeables, sin solera debajo, que a veces se mueven y dejan pasar el agua", plantean los técnicos municipales.

Las mejores zonas de Vitoria

arboles futuro Vitoria Avenida Gasteiz

Gracias a eso, los árboles de la Avenida Gasteiz lucen, en pocos años, su aspecto actual: "Su suelo permite que puedan crecer más". También en otras zonas de Vitoria-Gasteiz, como la Senda. Allí son muchos los que superan el siglo de vida y los 40 metros de alto.

¿Por qué? Porque cuando los plantaron, los terrenos no estaban tan alterados ni compactados. "Ahora, a base de comprimir la tierra, parece más hormigón, impide el intercambio de nutrientes, agua y oxígeno, y deja a los árboles parados", explica Alejandro.

En Goikolarra, pese a que parecía un barrio con mucha parcela verde, también se ha urbanizado sin plantar demasiado arbolado. Aranbizkarra, en cambio, es un barrio de contrastes. Hay isletas con jardines y parques de gran arbolado. Y calles interiores, como Sierras Alavesas, donde su ausencia la hace poco apetecible para un día soleado.

En el lado contrario, San Martín, La Florida, el Prado o Arriaga son zonas muy apreciadas por su calidad arbórea.

El tamaño de los alcorques también resulta clave. "Si tienes una jardinera como las de casa, de un metro cúbico de tierra, esta se agota, el árbol decae y luce raquítico", indican. Por eso, una de las actuaciones inminentes pasa por la ampliación de los ya existentes en 13 calles de la ciudad.

Nuevas especies

También sustituirán algunos árboles. Y otros serán nuevos. En total, 770 más. Algunos de especies nuevas, como sophora japónica, zelkova serrata o melia azedarach. Se suman a las "cientos" ya existentes en la ciudad. Como los plátanos de paseo, los chopos canadienses o boleanas y los numerosos castaños de indias o tilos.

El arce blanco y el castaño de indias "han llegado hasta donde podían"

Los arces de cultivares (clones que provienen de la experimentación) jubilarán al arce blanco (hacer pseudoplatanus). "Aquí tenéis muchos, históricos y grandes, pero esta especie ha llegado hasta donde podía-Los cultivares son más resistentes a la sequía", ejemplifica Alejandro.

Como ellos, también el castaño de indias ha alcanzado su límite. "No se deberían plantar más y no lo estamos haciendo. Sí introducimos melias, paulonia tormentosa, de rápido crecimiento, u olmos resistentes a la grafiosis", añade.

Buscan especies rápidas, que resistan a la sequía y a la insolación directa, capaces de soportar la radiación y que combatan el calor que desprende el asfalto.

Rápidas, pero no super sónicas. Porque la gestión del arbolado no es "cortoplacista". La idea es tender a árboles que estén 70-100 años en las ciudades. Ya solo conseguir una copa de 14-16 metros para una buena absorción de CO2 cuesta casi 20 años.

arboles futuro Vitoria plaza Simon Bolivar

"Una cosa es que a los 6-7 años el árbol tenga un buen tamaño, de casi 10 metros, y otra que alcance una anchura de copa que genere beneficios. Por eso hay que rentabilizarlos, no se pueden cambiar poco después", apunta el arborista.

Para conseguirlo, hay que plantar el árbol cuando aún es pequeño. Favorece su desarrollo. "Están poniendo árboles de calibre (perímetro en centímetros del tronco) superiores a los 14-16 para 1,20 de altura. Es un error. Es más resiliente y adaptable uno de calibre 8-10, 10-12 centímetros", resalta.

Y también hay que preparar el suelo, lograr un hueco grande con una tierra adecuada e invertir en ello. "Es algo que en Vitoria ya ha cambiado y se está invirtiendo mucho", agradece el experto.

Podas, ¿sí o no?

Además, según él, el punto de partida de la capital alavesa era mejor que en otras ciudades: "La mayoría del arbolado, salvo calles concretas, es de porte natural. No se ha tocado". Y es que, podas, las justas. "Cuanto más se toca un árbol, más inseguro se convierte y perdemos los beneficios", indica Alejandro.

Las interferencias puntuales en alguna fachada o señal no son un problema. Pero sí lo son las peticiones para eliminar una copa completa "para ver la calle. Y nos suelen llegar, es una costumbre arraigada". Aunque el experto arborista las asume como un síntoma de interés y preocupación. "Creen que el tratamiento adecuado es ese y que, si no podas, los tienes abandonados. Te dicen que si no, se mueren o se caen", revela.

arboles futuro Vitoria calle Olaguibel

Efecto de túnel arbóreo en la calle Olaguibel.

Un resultado de las podas puntuales, dirigidas y planeadas, es la calle Olaguibel. "En algunos tramos, va a convertirse en un pequeño túnel. Estamos consiguiendo una cobertura hacia la zona central, tienden a la calzada. Sigue entrando luz a las fachadas y, al mismo tiempo, cubres el asfalto para que no se recaliente y agudice el calor", detalla.

La nueva gruta de La Florida fue modificada por las raíces de un árbol "de valor incalculable"

Las zonas, calles, orientación, el espacio disponible, los servicios en el subsuelo, el volumen y tamaño, las mezclas ricas en materia orgánica… Nada escapa a su análisis. Junto con índices satelitales, les permitirán diseñar la cobertura arbórea que necesita cada barrio. "En algunos, por los servicios, la estrechez de la calle, los espacios o distancias no será posible la perfección", advierten.

Lo que sí está claro es que el tener árboles cada 3 o 5 metros terminó. "Según el espacio y las especies, habrá uno cada 10, 15 o 7 metros. Vale más un árbol grande bien colocado que 7 pequeños y mal plantados", zanja Alejandro.

Súper manzanas y aparcamientos

arboles futuro Vitoria calle Sierras Alavesas

Calles como Sierras Alavesas, sin un solo árbol, están en el punto de mira municipal.

Una de las opciones son las súper manzanas. Permiten plantar árboles en mitad de la calle. La primera fue en Cuadrilla de Mendoza. Y es lo que quiere hacerse en Avenida Roma. O con el nuevo diseño y la transformación "radical" de Los Herrán.

Claro que eso implica quitar plazas de aparcamiento o reducir o estrechar carriles de circulación. Porque desarrollo verde, movilidad sostenible e infraestructura "van de la mano". Y cada actuación valora todos los aspectos.

La actuación en Fray Francisco "fue una oportunidad y pasará en más ejes con castaños de indias"

En una obra, parten de que el arbolado existente "es patrimonio, y se hace lo posible por mantenerlo, como en la plaza de El Memorial". Diferente es si está "en proceso de decaimiento". Como las catalpas de la Avenida con el tranvía, o los castaños de Jacinto Benavente y chopos de Mendizorrotza con el BEI. "Es mejor darle una vuelta y no conservar algo que está mal".

La nueva gruta de La Florida también fue modificada por las raíces de un árbol de "valor incalculable". Su conservación impidió que la instalación fuera 100% accesible en la parte superior.

En Fray Francisco había castaños de indias "muy secos y otros a los que les quedaban 1 o 2 años". ¿Cómo sustituir ejemplares así? "Si cojo esa calle, talo todo e introduzco unos nuevos, no va a gustar. Tiene que ser progresivo, seleccionar los que están prácticamente muertos e ir a lo seguro", admite Alejandro.

Actuación que fue "una oportunidad" y que "pasará en más ejes con esa especie". "Se tiene que hacer. Y es el plan de gestión más difícil, el de las sustituciones, más que el de las podas o gestión de riesgos. Porque son planes que deben ir a 50 años vista. Es casi un pacto de ciudad", reclama.

Ni plaguicidas ni pesticidas

A su favor, los mayores conocimientos "para hacer las cosas mejor que antes". En 2013 Vitoria-Gasteiz pensaba sobre todo en biodiversidad. Ahora también, pero la prioridad es la salud. Y ello pasa por la cobertura arbórea.

"Más allá de gestión y criterios técnicos, tenemos una visión integral de la ciudad y vamos de la mano con la ciudadanía", sostiene Etxeandia. La responsable del Departamento aprovecha la ocasión para recordar a la ciudadanía que no usan plaguicidas ni pesticidas para tratar los árboles.

"Los alcorques no son ceniceros ni aparcamientos de bici, porque los árboles se dañan"

Son los lavados con agua jabonosa los que mantienen "a raya" a los pulgones. "El jabón potásico y el fosfórico lo usan los hortelanos; no tienen efecto sobre el fruto y controla la araña roja, los pulgones, la mosca blanca…", añade Alejandro.

Ambos llaman la atención sobre otra medida reciente: los parterres asilvestrados con hierbas altas y flores. "No es que estén las hierbas descuidadas, es un programa especial porque es ahí donde van los insectos", incide Etxeandia. Al igual que los alcorques floridos de Adriano VI.

"Los renaturalizamos para que los árboles tengan menos plagas y más polinizadoras, insectos, aves y demás. Cuando esa planta hace su ciclo, la semilla se agosta y la hierba se acaba cortando, pero hay que darle su tiempo", apostilla Alejandro.

No evita un último mensaje de conciencia cívica: "Los alcorques no son ceniceros ni aparcamiento de bicis, porque los árboles se dañan".